Eduardo Levy Yeyati: “Uno de los cuatros criterios de éxito del programa de Milei es hacer una distribución de costos equitativa”

A cinco días de un nuevo Gobierno en Argentina, los sectores económicos han empezado a reacomodarse, teniendo como base los lineamientos económicos que el Ejecutivo anunció esta semana.

El mercado ha mostrado más calma, el tipo de cambio se ha ajustado a la devaluación, la brecha cambiaria está tocando su nivel más bajo desde 2019, y el ministro de Economía, Luis Caputo, logró una primera solución al programa de pagos al Fondo Monetario Internacional: recibirá US$ 900 millones del Banco de Desarrollo de América latina, y con ello cancelará la deuda que vence en diciembre.

En este contexto, Eduardo Levy Yeyati, economista argentino y decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, explicó que las primeras acciones de la Casa Rosada “se presentan como un primer plan de contención previo a una plan de estabilización más desarrollado para dentro de unos meses”. “Y así debe ser tomado”, dijo a DFSUD durante su visita a Santiago para participar en un conversatorio “El rumbo de la economía argentina en el Gobierno de Javier Milei”, de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Ahí destacó como positivo que “casi nada de lo que se habló en campaña se está viendo en esta primera etapa. Es una cuota de realismo”.

• - Una cuota de realismo que se vive en las calles.
• - Ahí está la clave. Uno de los cuatros criterios de éxito del programa está en hacer una distribución de costos de forma equitativa, algo fundamental en un país que viene de seis años de crisis y dos años de pandemia, y en donde el margen social, sobre todo de sectores más vulnerables, es inexistente.
• Mi duda es cómo va a reaccionar la gente cuando empiece a advertir que el cambio implica un ajuste que toca su poder adquisitivo.
• Muchos coinciden en que lo social es uno de los mayores desafíos.

- La gente va a aceptar que lo que viene inicialmente es el peor de los males. Pero aún si lo hace, el Gobierno tiene que hacer todo lo posible para que la distribución de costos sea equitativa. Esto implica también mostrar que parte del ajuste es pagado por ciertos sectores productivos, por los exportadores, empresas que reciben exenciones impositivas, promociones, etcétera. Hasta ahora no lo ha mostrado.

- ¿Qué destaca que le falta al programa?

- Que uno ve el cuadro que que distribuyó el Ministerio de Economía y ve un ajuste en programas sociales; es decir, va a las grandes poblaciones. Hay un recorte en jubilaciones que ya vienen muy golpeadas por la licuación inflacionaria, pero sobre el gasto tributario no veo nada. Entonces, la pregunta que uno hace, más allá del impacto social, es qué tan equitativo va a ser la distribución de costos. 
Si esto solo lo paga la clase media, va a ser percibido como injusto sin ningún lugar a dudas. Si hay una distribución más equitativa, el Gobierno tiene que hacer el esfuerzo de comunicarlo de manera transparente.

- ¿No ve entonces factible los 100 días de luna de miel?

- Yo no confiaría mucho en una luna de miel. La gente votó con hasta cierto entusiasmo porque percibía que venía un cambio. Y si hay más inflación, claramente eso no es por lo que votó, aún cuando pueda entender que esto es necesaria para luego estabilizar la economía.

Mi duda es cómo va a reaccionar la gente cuando empiece a advertir que el cambio implica un ajuste que toca su poder adquisitivo.

- ¿El desafío es también comunicacional?

- El ajuste es inevitable, la composición del mismo sí es una decisión del gobierno. Si la composición es buena la comunicación debería enfatizar eso: todos estamos poniendo un poco para salir de la crisis. Si la composición es mala, tarde o temprano a una franja de la población va a sentir el impacto y ahí no hay comunicación que valga.

- ¿Cómo ve los próximos meses?

• En el ínterin va a haber seguramente una reacción social negativa. Independientemente de la luna de miel y entusiasmos, la gente se va a quejar, en muchos casos con razón, y eso lo vamos a ver en los próximos meses.
• - Tiempo en el que también será clave el manejo político y los consensos o alianzas.
• - El rol que tiene que tener la oposición es clave. Tiene que ser una oposición responsable. Si los políticos de la oposición, en particular los políticos de mi coalición (Juntos por el Cambio, de Mauricio Macri), entienden la realidad, el cambio de época y adquieren la sensibilidad social, posiblemente esto sea fundamental para revivir la conexión entre la coalición y sus votantes; regenerar ese apoyo que en estas elecciones ha sido desplazado muy claramente.