Central Puerto apuesta en grande y Masisa solo fue el primer paso: sus ojos están sobre otras industrias en Argentina

Privatizada hace tan solo 30 años, pero con una historia de más de un siglo, la gigante argentina Central Puerto está apostando con fuerza por darle un nuevo aire a su operación.

Su primer paso para diversificar su negocio lo dio apostando por el negocio de la celulosa, tras desembolsar unos US$ 70 millones y adquirir los activos de la chilena Masisa en el país.

De esta manera, Central Puerto no sólo se convierte en uno de los principales competidores en la industria energética, sino que pasa a ser la principal empresa argentina en el sector forestal, mercado en el que la mayoría son compañías de capitales extranjeros (Arauco y Arcor-Zucamor) y cuya inversión fue 100% financiada con capital propio.

El director de asuntos corporativos de Central Puerto y presidente de Loma Alta Forestal -sociedad que canalizó la transacción-, Adrián Salvatore, señaló en exclusiva para DFSUD.com que, con esta apuesta, han "reformulado las distintas alternativas de diversificación en actividades comerciales y negocios; abrir un poco el espectro del sector energético a otras actividades que sean generadoras de divisas o que viésemos que tenían ventajas comparativas”.

Esto fue reafirmado por la coordinadora de comunicación institucional de la firma, Estefanía Wanza, quien indicó que el objetivo de la compra del negocio de Masisa es diversificarse mediante una estrategia que incluye inversiones “en múltiples industrias de nuestro país”.

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Materia de exploración

La chilena Masisa llevaba varios años tratando de vender todo su negocio en el mercado trasandino. En 2017 se desprendió de su actividad industrial, al entregar su aserradero a la austriaca Egger por más de US$ 150 millones. 

Central Puerto -cuyos principales accionistas son Guillermo Reca, el clan Miguens-Bemberg (Quilmes) y Eduardo Escassany (Banco Galicia), de las familias más ricas del país- estaba en este proceso de búsqueda de nuevas alternativas de negocios y llegó a mirar la actividad forestal de la chilena (con más de 72.000 hectáreas, del cual 50% está forestado con pino y eucalipto).

Cerca de un año tardó la negociación del activo, que no estuvo exenta de competencia, ya que otros oferentes de origen europeo y asiático buscaban quedarse con lo que quedaba de Masisa.

Con el acuerdo ya avanzado, además de ser oportunidad para ampliar el negocio, surgen “algunas sinergias en exploración del mercado de crédito de carbono y también, potencialmente, la generación de energía en base a biomasa, mediante la utilización de viruta o fileteado o de madera”. “Obviamente dependerá de los costos”, dijo el ejecutivo.

Además, Central Puerto lo ve como una oportunidad de “repotenciar el negocio” que tenía Masisa en Argentina en lo que se refiere a explorar mercados externos. “Vemos claramente una ventaja comparativa, porque el territorio donde están estos campos tiene una una tasa de crecimiento que es 10 veces más rápida en comparación con el hemisferio norte. Y la competitividad tiene relación con la diferencia de cambio en los productos exportables desde Argentina hacia otros países”.

Nuevas oportunidades

Más allá de estar pensando en apostar por ampliar su operación a otros países, la compañía se está concentrando en el territorio austral.

Específicamente sobre los activos de Masisa, señaló que hay posibilidades de continuar plantando pinos y eucaliptos porque solo 44 mil hectáreas están cultivadas.

Junto con esto, Salvatore afirmó que una modificación estatutaria apunta a impulsar a la compañía hasta el punto de convertirla en un holding con operaciones en diversas áreas del país. “A empezar a enfocarse en diversificarse en negocios como el forestal, minería, oil&gas y agropecuarios”.

Respecto de su objetivo minero, el ejecutivo planteó que aún “estamos mirando todo, estamos explorando varias alternativas. Todavía no hemos desembarcado en nada en concreto, pero estamos viendo todos los metales y los minerales. Esto es oro, cobre y litio, pero en este último hay jugadores muy grandes dando vueltas, de origen chino, australiano y canadiense”.

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Central Puerto en cifras

Durante el primer semestre la gigante argentina registró un crecimiento de 2% en sus ventas a 39.276 millones de pesos (US$ 220 millones). Además, su Ebitda creció 39% a 35.037 millones y su utilidad neta creció con fuerza frente a las pérdidas registradas en 2021.

“La compañía es sana, lo cual nos permite hacer este tipo de inversiones en un contexto que no es muy sencillo en Argentina”, explicó el ejecutivo.

La capacidad instalada de su negocio central creció 10% a 42.882 MW al segundo trimestre. La energía renovable entregó más de 5.000 MW al segundo trimestre, lo que implicó un crecimiento de casi 10%. En cuanto a la generación de energía, en el primer semestre aumentó un 1,4% hasta los 70.205 GWh, frente a los 69.204 GWh de igual periodo de 2021.