Los detalles de la reunión que marcó el fallido intento de acuerdo para solucionar conflicto en Las Bambas

Tras una larga y tensa jornada de diálogo entre las comunidades aledañas a la minera Las Bambas en Perú, representantes de la cuprífera y del Gobierno de Perú, finalmente se rompió este martes la mesa de conversaciones luego de que representantes de las colectividades insistieran en condicionarla al fin del estado de emergencia de la zona.

Así, con un par de horas de retraso, a raíz de una reunión que sostuvieron previamente los directivos comunales, se inició la mesa de diálogo que permitió, por más de dos horas, a las comunidades, el Gobierno y la minera expresar sus puntos de vista respecto del conflicto, el que mantiene paralizada la faena hace semanas.

Antes de iniciar el encuentro, las comitivas del Gobierno y de la minera ya se encontraban en la cancha sintética de la comunidad de Pumamarca, donde se realizó el encuentro. Ante la tardanza del inicio del diálogo, el viceministro de Gestión de Gobernanza Territorial, Jesús Quispe, indicó que las comitivas esperarían a los dirigentes “porque venimos con toda la voluntad de diálogo y porque esperamos que los frutos se den para esta parte del país”.

Sin embargo, sin aún iniciar el diálogo, el Gobierno se mostró reticente a dejar el estado de emergencia que dictaminó, ya que consideró que “hay procedimientos que llevan a declarar esta emergencia y nosotros siempre estamos sujetos a un diálogo que permita que se logre un clima de paz”, por lo que afirmó que las medidas se pueden levantar siempre que se den las condiciones.

En el encuentro participaron representantes de comunidades campesinas Fuerabamba, Choaquere, Chila y Pumamarca, entre otras, así como también representantes del Gobierno como el viceministro de Gobernanza Territorial, viceministro de Minas, Defensoría del Pueblo, y el gerente general de Las Bambas.

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Diferencias inmediatas

Una vez iniciada la mesa de diálogo -que contó con la presencia de un centenar de personas-, se abrió el espacio con un saludo protocolar del presidente de la comunidad de Pumamarca, Zenon Paniura, quien se dirigió en quechua a los asistentes. Luego de esto, Artemio Solano, jefe de la Defensoría del Pueblo, agradeció la disposición al diálogo de las comunidades y el Gobierno y apuntó que “es fundamental que empecemos a trabajar transparentemente”.

En la segunda parte del encuentro, cuando se abrió el diálogo a diversas comunidades para presentar sus molestias, se marcaron aún más las diferencias. Mientras ellos pedían el fin del estado de emergencia para abrirse al diálogo, la empresa y el Gobierno argumentaban que el orden interno del distrito era necesario para iniciar el proceso de conversaciones.

Estas declaraciones no fueron del agrado de las comunidades y Romualdo Ochoa, presidente de la comunidad campesina Huancuire, indicó durante la jornada -que fue transmitida vía streaming- que "nos han condicionado el inicio de cualquier diálogo a que no se levante el estado de emergencia. Es inaudito que el Estado plantee que para que ellos levanten el estado de emergencia las comunidades tengamos que levantar la huelga".

Añadió que "no se pueden negociar derechos fundamentales en un estado de emergencia que es inconstitucional e ilegal". Por lo mismo, reveló que su comunidad, junto con sus pares, "presentamos un habeas corpus y sobre esa base esperamos que el poder judicial determine la responsabilidad del Estado y sus funcionarios en este proceso".

Respecto del quiebre de la mesa, apuntó que "la posición de la comunidad es que primero se tienen que garantizar los derechos fundamentales y a través de ello se pueden establecer diálogos, pero no se pueden hacer bajo el contexto de un estado de excepción y la supresión de derechos fundamentales".

Los miembros de las comunidades dieron espacio para que los ministros de Estado presentes en la mesa "recapaciten la derogación del estado de emergencia", situación que hasta el cierre de esta edición aún no se resolvía.

Asimismo, los dirigentes de las comunidades cuestionaron la ausencia del presidente del Consejo de Ministros, Anibal Torres y del ministro de Energía y Minas, Carlos Palacios. "Ya no creemos en el Estado, hemos apostado por la minería, hemos pensado en el desarrollo de la provincia, pero miren cuantos años estamos olvidados", criticó Edgar Lima, presidente comunal de Chila.

Esto coincidió con los dichos del gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón, quien exigió al presidente Pedro Castillo, en medio de una actividad en la que estaban los dos presentes, que el Ejecutivo se siente a dialogar con las comunidades que están protestando y reclamó que el primer ministro, Aníbal Torres, no haya acudido a la reunión que se había agendado este martes en Pomamarca.

“No quiero malograr la fiesta pero en mi condición de gobernador regional tengo que levantar la voz. No es posible que el premier (Aníbal Torres) se esté burlando del pueblo de Cotabambas”, dijo según informó Gestión.

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Gerente de Las Bambas saca la voz

Durante la segunda parte de la mesa de diálogo, el gerente general de Las Bambas, Edgardo Orderique, señaló que "la mesa de diálogo es la única forma de llegar a entendernos, de lograr el desarrollo de las comunidades y de que Las Bambas siga operando en beneficios de ellas".

Asimismo, argumentó que "actualmente, Las Bambas cuenta con 9.000 trabajadores, de los cuales 30% corresponde a las comunidades, muchos de ellos trabajan en empresas subcontratistas que han decidido despedir al 50% de su personal por la paralización de funciones. En total, tenemos más de 75.000 familias están siendo afectadas por la paralización de las operaciones de la cuprífera".

Estas declaraciones fueron las que empezaron a molestar a las comunidades, quienes manifestaban su desagravio con gritos contra el ejecutivo cada vez que mencionaba algo que iba en contra de las protestas.

Bajo ese contexto, añadió que "desde el punto de vista de la empresa, debería haber cese al hostigamiento que tenemos diariamente en el límite de Las Bambas porque no podemos operar, entonces por eso es necesario el estado de emergencia para garantizar la producción de mineral".

Junto con esto, exigió "el retiro de la comunidad de Huancuire de Chacobamba y todo eso involucra una serie de acciones a realizar para levantar el estado de emergencia",  declaraciones que sumadas molestaron aún más a los comuneros, quienes calificaron a los representantes de “matones”, “traicioneros” y “farsantes”, y por lo cual reafirmaron su condición de fin del estado de emergencia.

Al mismo tiempo, estas declaraciones sostenidas por el representante de la minera Las Bambas abrió la posibilidad -en la tercera y última ronda del encuentro- de que nuevas comunidades se unan (a las actuales seis que están protestando) a la huelga que ya completa casi un mes.