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Director global de diseño de Tesla: "Al principio es aterrador trabajar con Elon Musk”

DF MAS tuvo un encuentro digital con el mexicano Javier Verdura, director global de Diseño de Productos en Tesla, instancia en la que el ejecutivo habló de sus diseños íconos, como el Solar Roof y el SuperCharger; explicó los avances de su último proyecto, los robotaxis, y reveló detalles sobre cómo es trabajar con Musk.

Por María José López, DF MAS Chile I Publicado: Lunes 25 de abril de 2022 I 12:06
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Nació en Ciudad de México pero hace 12 años vive en Los Ángeles, California, donde se trasladó cuando asumió como director global de Diseño de Productos en Tesla, uno de los puestos de mayor relevancia de la compañía encabezada por el empresario sudafricano Elon Musk, quien por estos días ha revelado su interés en comprar la red social Twitter.

Con Verdura conversamos de cómo fue que llegó a este puesto en el que ha encabezado diseños clave en la empresa de energía eléctrica, como el Solar Roof, un sistema de panel solar basado en tejas de cristal, y el SuperCharger, que se utiliza para cargar los vehículos de una manera más rápida.

Asimismo, reveló detalles sobre cómo es trabajar con Musk –quien es hoy la persona más rica del mundo– y las dificultades que eso implica; y explicó los avances de su último proyecto, los autos autónomos, más conocidos como robotaxis.

Según contó el jueves, su pasión por el dibujo y el diseño viene desde que era niño. “Me encantaba desarmar cosas en mi casa, si algo no funcionaba bien, lo trataba de rearmar, reconstruir, entonces mi mamá se volvía loca con todas las cosas desarmadas en la casa. Y no sabía que había una carrera de diseño en sí, en la que uno pudiera dedicarse a eso, a inventar cosas, a diseñar. Y me propuse entrar al Art Center College of Design en California, lo que era muy difícil”, señala Verdura.

Después de un par de años lo aceptaron y se tituló de diseñador. “Y como dicen, si trabajas en lo que amas, no trabajas un día en tu vida, y así ha sido para mí en mi carrera: amo diseñar, amo el diseño”.

-¿Y cómo fue que llegaste a Tesla?

-Años después, un amigo de universidad, que trabajaba liderando el diseño en Tesla, me contó que necesitaba a alguien que se encargara del área Diseño de Producto globalmente en Tesla. Me vine de Connecticut, donde vivía con mi mujer, y nos mudamos a Los Ángeles. Hace diez años que trabajo en Tesla, pero pareciera que son 30.

-¿En qué etapa estaba la empresa entonces y cómo ha avanzado hasta ahora?

-Cuando yo llegué, había cerca de 2.100 empleados. Se me hacía una compañía impresionante porque en mi lugar de trabajo anterior había 60 empleados, que para una empresa de diseño es mucho. Fue un cambio muy grande, pero imagínate que ahora somos más de 100 mil personas, es un crecimiento muy importante y un shock para todos los que estamos en la empresa. Pero la visión que me puso mi amigo, que ahora es mi jefe, fue que todo lo que diseñáramos sería para el mejoramiento del planeta, la transición global en energía sustentable. En mis trabajos anteriores, todo lo que diseñaba eran cosas que se consumían. Mis jefes me decían “haz un packaging nuevo, un celular”, todo para incentivar el consumismo y producir más basura. Yo estaba desilusionado con mi carrera, estaba de consultor y esta llamada de Tesla fue una maravilla para mí.

-¿Era un sueño para ti trabajar en Tesla?

-No, Tesla no era lo que conocemos hoy. De hecho, cuando alguien me preguntaba dónde trabajaba y yo respondía “en Tesla”, todos me preguntaban ¿qué es eso? Hasta en Los Ángeles. No era mi sueño, me cayó por suerte. De hecho, venía aterrizando de Shanghái y leí el mensaje de mi amigo: “¿Conoces a alguien que quiera el cargo de diseñador de Tesla?”. “Déjame buscar”, respondí. “No, te estoy invitando a ti”.

-¿Y te entrevistó Elon Musk?

-Sí, me llevaron a Los Ángeles y él me entrevistó. Pero Elon no era el personaje que vemos hoy, tan icónico, no tenía esa imagen de un rockstar que me estaba entrevistando. Era el jefe de la compañía, un tipo impresionante que había hecho mucho hasta entonces, pero nada comparado con lo que ha pasado estos últimos cinco años, por ejemplo. La reunión duró 20 a 25 minutos, y cuando la acabé pregunté a la encargada de las entrevistas “¿por qué tan corta?”. Ella me respondió que había sido larguísima, que todas duraban cerca de 10 minutos. “Vas a quedar”, me dijo.

-Algunos de tus diseños más representativos son el Powerwall, una especie de batería de pared que a su vez puede cargar energía de vehículos; el Solar Roof y el SuperCharger de Tesla. Cuéntanos cómo es el proceso de diseño de aquellos productos. ¿En qué te inspiraste para hacerlos? Por ejemplo, en el caso del SuperCharger, tenías como antecedente una figura muy poderosa e hiperglobalizada, que son las bombas de gasolina.

-Ese fue precisamente el primer proyecto que me encargaron en 2012, y la visión que tenía Elon era poner este sistema de carga en todo el mundo. Imagínate en ese entonces, no teníamos ni un coche todavía, pensé que pasarían muchísimos años antes de eso. No tenía aún en mi cabeza su visión para esta red de carga... entonces, viendo para atrás, le hubiera puesto un poco más de ganas, para que fuera aún más icónico (ríe).

-Claro, estabas creando un nuevo modelo...

-Sí, y teníamos como limitante que el sistema de carga era muy lento, entonces eso impedía la venta de autos. No podíamos venderlos, si no teníamos solucionado el sistema de carga a nivel global. Dicho y hecho, ahora hay más de dos mil estaciones en general, y miles de puntos de cargas, SuperChargers, en el mundo, excepto en Sudamérica. Pero donde existen, instalamos una red de conexión con un lugar de carga cada 200 kilómetros.

Trabajar con Elon Musk

En cuanto al diseño, Javier Verdura señala que evitan los productos ostentosos, que se vean muy lujosos, “o llenos de elementos que no sirven”. “Buscamos el balance entre algo minimalista, súper esencial, pero que a la vez sea deseable. Porque a fin de cuentas, si quieres comprar un auto eléctrico, pero no es deseable, no vamos a llegar a ninguna parte”, señala. “En el caso del Solar Roof, es un techo que queremos que la gente desee tener en su casa, porque es hermoso y por cierto está generando energía con el sol”.

-Porque tal vez lo más obvio hubiera sido llenar el mundo de paneles solares...

-Exacto, y es lo que me dijo Elon: “Si yo tuviera el poder mágico de poner paneles solares en todo el mundo, no lo haría. Porque el mundo no sería hermoso. Todas las casas con paneles solares destruyen su arquitectura. Entonces, tenemos que hacer justo lo contrario, algo que eleve la arquitectura de una casa, para que sea más deseable”, me respondió. Este encargo me lo hizo en agosto, y debía estar listo en octubre, Fueron los meses más estresantes de mi vida, te lo garantizo (ríe).

-¿Cómo es trabajar con Elon Musk? Has dicho que la experiencia más notable en tu carrera es tener contacto directo con un visionario como él. ¿Cómo es el día a día, cuán exigente es, cómo piensa? Leí por ahí que a veces te enterabas de los plazos de las tareas por Twitter.

-Al principio es aterrador. Si tienes una junta con él, tienes que estar súper preparado. No tiene tiempo ni espacio en su mente para asuntos emocionales ni decirte las cosas suavemente, es muy muy directo. Si algo no le gusta, te dice que eres un idiota y te pregunta qué haces en Tesla. Y al mismo tiempo, si haces algo bien, solo dice “ok, lo hacemos así entonces, hiciste tu trabajo”.

-Eso debe ser muy difícil de manejar...

-Sí, tienes que olvidarte de lo que estamos acostumbrados las personas en general, que es tener un filtro cuando estás lidiando con alguien. Tú a nadie le dices “tu cabello está horrible hoy, ¿por qué te peinaste así?”. Pero él sí lo dice, y te tienes que acostumbrar a ese tipo de trato. Es una persona muy enfocada y solo tiene una meta. Si le dices “no, pero es muy difícil hacer esto que me estás pidiendo”, él responde, “bueno, quítate entonces, que lo haga otra persona”. No hay tiempo.

-Si alguien cree que su idea no es buena, él no escucha...

-Si le discutes, y él ya tiene en su cabeza la idea de que sí se puede hacer, no hay discusión.

-¿Y se equivoca también, me imagino?

-Sí, tal vez después de un año admite que se equivocó, pero es muy raro. En realidad, las veces que he pensado que alguna de sus ideas no era buena, después me he dado cuenta de que sí tenía la visión. Su forma de pensar es tan avanzada, que él está viendo 15 pasos adelante cuando nosotros vemos 5. Por eso el respeto y la confianza que le tengo es impresionante. La forma en que te inspira y te hace pensar vale mucho más que el dolor que te causa (ríe).

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