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América Latina rechaza peticiones de armas para Ucrania: "Estamos a favor de la paz"

La tradición de no intervencionismo lleva a los líderes de izquierda de la región a desairar las peticiones de EEUU y Europa.

Por Financial Times, traducido por María Gabriela Arteaga / Foto: Reuters I Publicado: Jueves 16 de febrero de 2023 I 08:30
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La oferta de EEUU sonaba atractiva: si las naciones latinoamericanas le donaban a Ucrania su vetusto equipo militar de fabricación rusa, Washington lo sustituiría por armamento estadounidense superior.

Pero lejos de aceptar la propuesta estadounidense, revelada el mes pasado por la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EEUU, los líderes latinoamericanos se alinearon para denunciarla.

"Aunque terminen como chatarra en Colombia, no entregaremos armas rusas para que se las lleven a Ucrania a prolongar una guerra", respondió el presidente de izquierda de Colombia, Gustavo Petro. "No estamos con ninguno de los dos bandos. Estamos a favor de la paz"

"Brasil no tiene ningún interés en ceder municiones para que se utilicen en la guerra entre Ucrania y Rusia", dijo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Brasil es un país de paz. En este momento, tenemos que encontrar a los que quieren la paz, una palabra que hasta ahora se ha utilizado muy poco".

La vecina Argentina adoptó una postura similar. "Argentina no va a cooperar con la guerra", dijo un portavoz del Ministerio de Defensa. "No es apropiado cooperar enviando armas al conflicto en Europa".

Al preguntársele si algún país latinoamericano había aceptado la oferta de Washington, José Ruiz, portavoz del Comando Sur de EEUU, dijo que "nuestra política es no revelar los detalles de las conversaciones privadas en curso con nuestros socios democráticos, ni discutir detalles sobre los recursos de defensa de otras naciones soberanas, ni especular sobre cualquier apoyo a Ucrania".

El canciller alemán, Olaf Scholz, también salió aparentemente con las manos vacías de una reciente visita a Brasil, Argentina y Chile, después de que Lula rechazara una petición de reventa de munición de tanques a Berlín para su uso en Ucrania y de que el presidente argentino, Alberto Fernández, rechazara el envío de armas a Europa. El presidente de Chile, Gabriel Boric, cuya coalición de izquierda incluye a comunistas pro-Moscú, sólo ofreció a Kiev ayuda para desactivar las minas.

La renuencia de América Latina a proporcionarle armamento a Ucrania contrasta fuertemente con la actitud de naciones europeas como el Reino Unido, que han estado a la vanguardia de los esfuerzos para suministrarle armas modernas a Kiev. La semana pasada, Londres prometió estudiar el envío de aviones de combate a Ucrania.

Las armas en poder de Latam

En teoría, los militares latinoamericanos podrían proporcionarle armas valiosas a Ucrania. Los ejércitos de Chile y Brasil utilizan el prestigioso tanque Leopard, de fabricación alemana, que busca Kiev.

Colombia, Perú, México, Argentina, Brasil y Ecuador han comprado helicópteros de transporte MiG de fabricación rusa y, en algunos casos, misiles tierra-aire o misiles antitanque rusos, equipos compatibles con los utilizados por el ejército de Ucrania. Según se ha informado, Perú dispone de aviones militares MiG y Sukhoi en buen estado de funcionamiento.

Sin embargo, los presidentes de izquierda de América Latina ven el conflicto de Ucrania de forma diferente a los líderes estadounidenses o europeos.

Casi ninguno ha llegado a alinearse detrás de los tres fieles aliados latinoamericanos de Moscú: Cuba, Nicaragua y Venezuela. La mayoría ha condenado enérgicamente el ataque de Rusia a Ucrania. Pero discrepan de Washington y Bruselas sobre la forma de ponerle fin a la guerra, afirmando que se debe hacer hincapié en un alto el fuego inmediato y sin condiciones previas, en lugar de suministrar armas.

"No creo que enviar armas para prolongar un conflicto tenga apoyo en América Latina", le dijo Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, al Financial Times.

"Tampoco parece muy inteligente porque los costos van a ser muy altos para la Unión Europea, para Rusia y en cierta medida para todos los demás. La inclinación que veo en América Latina es intentar buscar o imaginar cómo podría haber una solución política a este conflicto".

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó públicamente a Scholz por acordar enviar los tanques Leopard a Ucrania, diciendo que Berlín se había visto obligado a hacerlo en contra de los deseos de la mayoría de los alemanes "por la presión de los medios de comunicación alemanes".

Christoph Heusgen, jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich, dijo ver "cierta similitud en algunos países latinoamericanos" respecto a Ucrania.

"Lo ven como una extensión del conflicto este-oeste, como Rusia contra EEUU, o Rusia contra Europa", dijo. "Pero no se trata de este contra oeste. Se trata de una violación de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una violación del orden basado en normas".

Las críticas de López Obrador y Petro a los envíos de armas occidentales a Ucrania fueron elogiadas por las embajadas rusas en sus respectivos países. Pero diplomáticos y expertos en política exterior señalan que encajan en una larga tradición latinoamericana de no injerencia en los asuntos de otros países.

María Ángela Holguín, exministra de Relaciones Exteriores de Colombia, dijo que la guerra de Ucrania había reavivado en América Latina recuerdos indeseados de la guerra fría entre EEUU y la Unión Soviética.

"La región está volviendo a su postura no alineada", dijo. "Estos países también consideran que China y Rusia podrían ofrecerles un apoyo útil en el futuro, por lo que no quieren entrar en confrontación con ellos".

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Razones económicas

También hay un imperativo económico detrás de la postura de los líderes latinoamericanos. Al igual que otras regiones en desarrollo, América Latina se ha visto muy afectada por el aumento de los precios mundiales de los combustibles y los fertilizantes desde que comenzó la guerra y desea que los combates terminen lo antes posible.

Celso Amorim, ministro de Relaciones Exteriores en anteriores gobiernos de Lula y todavía un influyente asesor, dijo que la negativa de Brasil a suministrarle armas a Ucrania no estaba relacionada con la necesidad del crucial sector agrícola de fertilizantes rusos.

"Es una cuestión de paz y de cómo creemos que podemos llegar a las negociaciones", dijo. "Brasil ha sido mencionado por varios países como posible intermediario debido a su papel en los BRICS (el grupo de cinco economías emergentes líderes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Brasil no quiere descalificarse de cualquier negociación que pudiera emprender".

Las encuestas de opinión sugieren que los líderes latinoamericanos están en sintonía con sus pueblos en esta cuestión.

Alrededor del 73% de los latinoamericanos encuestados por Ipsos el año pasado "afirman que su país no puede permitirse prestar apoyo financiero a Ucrania, dada la actual crisis económica", dijo Jean-Christophe Salles, director general para América Latina de la encuestadora.

"Dos países importantes, Argentina y México, están especialmente en contra de cualquier apoyo a Ucrania, y la mayoría afirma que los problemas de Ucrania no son asunto suyo".

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