Aumenta el apetito global por la carne y se abre un ciclo favorable para la ganadería de América Latina

Con el año 2023 casi jugado, la agencia de clasificación Fitch Ratings analizó la industria de la carne de América Latina, pero especialmente la de Brasil, mercado en el que espera que las exportaciones crezcan un 4%, impulsado por el favorable ciclo ganadero regional.

Esto se suma a la proyección global de producción de la proteína que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, su sigla en inglés), que espera que para el año en curso alcance las 364 millones de toneladas. 

En el desglose, el organismo espera que la carne de ave alcance las 143 millones de toneladas este año. Por debajo, con 122 millones de toneladas se ubica el cerdo, mientras que la proteína bovina alcanzaría las 76 millones de toneladas y la ovina 17 millones.

Con este contexto, Fitch Ratings detalló en un informe que estima que la industria “en América Latina se mantenga resistente y que las exportaciones globales beneficien a los exportadores regionales, gracias a su ventaja de costos y buen acceso a la materia prima”.

A esto se suma un panorama de bajos costos de producción, un ciclo ganadero favorable en América del Sur y una buena demanda de exportación a pesar de un entorno de consumo débil. 

Eso sí, el analista senior de la clasificadora, Johnny Da Silva, señaló que existen empresas más expuestas a la producción de carne vacuna de EEUU, por lo cual, “enfrentarán una presión en los márgenes y un mayor apalancamiento en 2023 debido a la menor disponibilidad de ganado”.

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Mercado brasileño

Respecto de Brasil, Fitch indicó que espera que los envíos de carne de res suban un 4% interanual en 2023. “Los bajos costos de producción y la mejor disponibilidad de ganado en Brasil deberían favorecer a las empacadoras de carne que pueden vender al mercado de exportación, incluso a China, un importante importador de carne de res y cerdo”, argumentó.

Bajo este escenario, proyectó que “la rentabilidad media de los productores de proteínas de América Latina se ve afectada negativamente por empresas expuestas al ciclo ganadero de EEUU, como Marfrig Global Foods y JBS, que además serán impactadas por el lento entorno de consumo”.

Cabe señalar que el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, su sigla en inglés) espera que el consumo mundial de proteínas crezca un 0,6% interanual en 2023 (la cifra ha avanzado un promedio de 1% en los últimos cinco años), lo cual implica un alza de la participación del pollo en el consumo total, debido a su precio más bajo en comparación con la carne de res o cerdo. 

Finalmente, un factor que alentará estas cifras es la disminución de un 20% interanual en los costos de los granos (soya y maíz) que se dio en el primer semestre de 2023, lo cual fue impulsado por una buena cosecha en Brasil, que debería aliviar la presión de los costos para los productores avícolas brasileños.

“La carne de pollo ha sido la proteína más resistente; el consumo creció cada año durante los últimos 10 años a pesar de los cambios en el entorno económico mundial. En tanto, el consumo de carne de res se mantuvo estable durante la última década”, recordó el informe.

Según el registro de la FAO, el consumo de carne a nivel global ha crecido más de 400% desde 1961, año en que el consumo de esta proteína alcanzó los 71 millones de toneladas. En los últimos 23 años, el consumo de carne ha crecido más de 56%, desde las 230 toneladas anotadas en el año 2000.