Kalé, el emblemático proyecto de fracking de Ecopetrol que comunidades colombianas buscan frenar

El departamento de Santander, en el centro-norte de Colombia,  ha estado en el ojo del huracán medioambiental durante los últimos años. El último hito fue la aprobación de la licencia del primer proyecto piloto para ver la factibilidad de extender la extracción de petróleo o gas de forma no convencional en el país. La iniciativa se llama Kalé y generó varias protestas a nivel local durante la jornada del lunes.

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) dio luz verde a este desarrollo petrolero de la gigante Ecopetrol, luego de prepararse por más de tres años para decidir respecto de estas inversiones, especialmente luego de que en 2020 la compañía se adjudicara una concesión de parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

Fue en noviembre de ese año que la petrolera colombiana presentó formalmente Kalé ante la comunidad de Puerto Wilches, lugar donde se emplazará la operación, que consiste en ir fracturando la roca bajo la tierra, para ir liberando hidrocarburos.

Voces en contra

La aprobación del proyecto que estará ubicado específicamente en la comunidad de Puerto Wilches, cuyas actividades principales se relacionan con la agricultura y la pesca que son impulsadas por el Río Magdalena, ha generado voces a favor y en contra.

La líder ambiental y defensora de Páramo de Santurbán, Mayerli López, señaló que "las licencias otorgadas son una burla. Esto viola el debido proceso y la participación ambiental de las comunidades”..

La primera gran disputa entre la población local y la compañía, es se deberá desviar gran cantidad de agua para las perforaciones. 

A raíz del proyecto, se creó una Alianza Colombia Libre de Fracking, quienes desde un inicio mostraron su descontento respecto de lo que implica ambientalmente. Uno de los cuestionamientos, es que el permiso ambiental para el piloto -inédito en el país- tomó menos de cinco meses desde que se presentó el Estudio de Impacto Ambiental. A juicio de esta organización, no se escucharon las voces de rechazo.

De la misma manera, la corporación Yariguíes advirtió que lo que más le preocupa del proyecto es la captación de aguas subterráneas, lo que podría terminar afectando indirectamente al Río Magdalena, advirtió.

Asimismo, la Alianza lamentó que “un tema fundamental en materia energética no se haya debatido en el Congreso de la República, donde los aliados del gobierno dilataron por tercera vez consecutiva la discusión de los proyectos de ley para prohibir el fracking”.

La población local ha recibido, además, el apoyo del Congreso colombiano, luego de que 50 senadores solicitaran en 2020 al actual Presidente de la República, Iván Duque, detener el proyecto “para así brindar el espacio necesario para un debate riguroso y de cara al país sobre los dos proyectos de ley que buscan prohibir el fracking en Colombia".

Además, para las organizaciones ambientalistas, Santander se ha convertido en una zona de sacrificio de Colombia, por la producción de hidrocarburos -incluso con algunos derrames, el más grande de ellos en 2018-, ya que Ecopetrol maneja 30 pozos en esa zona.

Finalmente, durante las últimas horas se ha informado que desde la población civil por medio de los movimientos medioambientales se buscará aplicar todos los recursos necesarios para detener Kalé. "Ya hemos tomado varias acciones. Esta semana radicaremos otra acción jurídica, presentaremos el recurso de reposición frente a la ANLA y estamos analizando otros escenarios judiciales que vamos a activar en las próximas semanas", comentó Carlos Santiago, vocero de la Alianza Colombia Libre de Fracking.

Voces a favor

A pesar de que el Presidente Iván Duque durante su campaña presidencial rechazara todo tipo de proyectos de este tipo, fue en su gobierno que Kalé pudo ver la luz, esto luego de que a fines de octubre pasado la colombiana Ecopetrol radicara ante la ANLA los resultados del Estudio de Impacto Ambiental.

Al respecto, expertos señalan que la aprobación era esperada por el sector y que cobró mayor relevancia en medio de la guerra ruso-ucraniana que ha impactado la oferta global de este commodity. 

Asimismo, este proyecto, según informó la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) , permitiría ampliar las reservas de crudo en Colombia hasta un rango de 22 años y las de gas entre 35 y 50.

A esto se suman las declaraciones de Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), quien ha insistido en que si los pilotos salen adelante y se logran extender a cuatro o cinco proyectos adicionales, "podría generar a mediano plazo, tres años, 450.000 barriles adicionales al país, que ayudarían a reemplazar los que se van perdiendo, e incrementar la producción".

Ecopetrol se ha defendido en contra de las acusaciones presentadas por autoridades locales, quienes afirman que el proyecto se realizó sin diálogo con las comunidades. Al respecto, presentó tres momentos en los que asegura sí se dieron espacios de socialización de Kalé, siendo el primero de ellos el 20 de abril de 2021, con la presentación del proyecto; el segundo un taller de impactos y medidas de manejo realizado el 2 de agosto de 2021; y, un tercero que fue la presentación de la Evaluación de Impacto Ambiental.

Felipe Bayón, presidente de la petrolera, ha enfatizado que “llevamos más de 400 reuniones de socialización con las comunidades  y vamos a hacer todas las reuniones que sean necesarias porque es importante explicar que es el fracking, ya que hay mucha desinformación frente al tema".

Asimismo, en la Asamblea de Accionistas realizada este miércoles, Bayón señaló que resta esperar los recursos que se presentarán, pero se ha avanzado. Estos proyectos son importantes porque “permitirá que el país decida de manera informada, con datos, con ciencia y tecnología y con trabajo en las comunidades, si quiere o no hacer fracking hacia adelante, si quiere utilizar esta tecnología para tener reservas”.

Asimismo, destacó que esta iniciativa que desarrollará en conjunto con ExxonMobile, quien tomará todas las preocupaciones de las comunidades. 

Detalles del proyecto

La prueba piloto que desarrollará Ecopetrol consta de una intervención de un área de más de 20 hectáreas en la cual se perforará un pozo de más de 60 metros de profundidad, el que tendrá una trayectoria horizontal de hasta 1.200 metros, para lo cual invertirá hasta 2023 unos US$ 80 millones.

En este espacio se construirá una torre y un espacio de almacenamiento del hidrocarburo, siendo una plataforma de cuatro hectáreas. Además, para la fractura del pozo se requiere realizar otro que permitirá inyectar los 2,5-7,5 millones de litros de agua que se requieren para esta maniobra.

El área de influencia del proyecto es el predio La Belleza, a una distancia de 3,6 kilómetros de Puerto Wilches y 5,2 km del corregimiento, cuyas tierras están en un 80% cultivadas.

Junto a Kalé, Ecopetrol también solicitó en febrero pasado licencia para otro pozo experimentar denominado Platero, el cuál aún no ha obtenido la luz verde, pero que de ser aprobado también se ubicaría en las cercanías de la primera de estas iniciativas.