Colombiano Rodolfo Hernández pasa de ser un candidato sin posibilidades a estar al borde del poder

Conforme se iban conociendo los resultados que podrían encaminarlo hacia la presidencia de Colombia, Rodolfo Hernández se encontraba muy lejos de las multitudes que lo aclamaban. En su lugar -y fiel a su modo preferido de hacer campaña- estaba en su cocina haciendo un vídeo corto de sí mismo.

"A quienes votaron por mí quiero decirles que no les fallaré", dijo desde su ciudad natal, Bucaramanga.

Hace apenas unas semanas, Hernández parecía destinado a ser una nota al pie de página en las elecciones presidenciales de Colombia: un populista pintoresco y propenso a las meteduras de pata que hacía un uso inteligente de las redes sociales, pero que tenía pocas posibilidades de vencer a los políticos tradicionales a los que se enfrentaba.

Sin embargo, al obtener el 28% de los votos en la primera vuelta de votaciones del domingo, el empresario de 77 años desplazó al candidato de centro-derecha Federico Gutiérrez. Ahora se enfrentará al exguerrillero izquierdista Gustavo Petro en una segunda vuelta el 19 de junio y tiene muchas posibilidades de ganar.

Petro ganó la primera vuelta con más del 40% pero, dado que es probable que casi todos los simpatizantes de Gutiérrez apoyen a Hernández en la segunda vuelta, el izquierdista -quien ha encabezado prácticamente todas las encuestas desde que comenzó la campaña- se encuentra de repente a la defensiva.

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Mientras que Petro obtuvo 8,5 millones de votos, Hernández y Gutiérrez, quien ahora ha apoyado a su ex rival, obtuvieron un total de 11 millones. Los otros candidatos perdedores sólo consiguieron 1,2 millones de votos entre todos.

"Va a ser difícil para Petro", dijo Claudia Dangond, analista y comentarista política en Bogotá. "Va a tener que ganarse a las personas que no votaron en las elecciones de ayer en algunas zonas clave del país. Nadie que haya votado por Gutiérrez va a votar por Petro en la segunda vuelta", añadió. "Y quienes votaron por Hernández -por convicción o porque lo vieron como el mejor candidato "anti-Petro"- es probable que sigan votando por él".

El surgimiento de Hernández, que hasta el mes de marzo contaba con un 10% en las encuestas, prepara el terreno para un enfrentamiento en la segunda vuelta entre dos políticos muy diferentes.

Petro "ofrece el cambio que todos hemos estado discutiendo y analizando en las últimas semanas", dijo Ani de la Quintana, directora asociada de Control Risks en Bogotá. "Hernández es un gran desconocido".

Es probable que ambos candidatos cambien de estrategia en la segunda vuelta, según los analistas. Hernández, que ha pasado gran parte de la campaña reprendiendo a los políticos de la clase política dirigente, necesita ahora ganarse los votos de sus partidarios. Por su parte, Petro, que se posicionó como un candidato radical, probablemente intentará convencer a los votantes de su experiencia como senador y congresista.

"Rodolfo va a tener que ser el candidato de la derecha mientras finge no serlo y Petro va a tener que convertirse en el defensor de las instituciones mientras sigue siendo el candidato del cambio", dijo Yann Basset, analista político de la Universidad del Rosario en Bogotá.

Ya en la noche del domingo, Petro estaba iniciando ese reposicionamiento al apelar al empresariado colombiano y afirmar ser el candidato de la "estabilidad económica".

"Hay cambios que son al vacío", dijo en un ataque sutilmente velado a Hernández. "Hay cambios que no son cambios, son suicidios".

Petro también arremetió contra el uso de las redes sociales por parte de Hernández como herramienta de campaña. "No se combate la corrupción con frases en TikTok", dijo.

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La segunda vuelta de las elecciones expondrá a Hernández, quien no participó en los debates finales antes de la votación del domingo, a un mayor escrutinio de sus políticas y su historial.

Como alcalde de Bucaramanga fue suspendido en dos ocasiones, una por abofetear a un concejal en una disputa por corrupción y, posteriormente, por abusar de su cargo al hacer campaña por un candidato que aspiraba a ser su sucesor.

Su programa de gobierno es un paquete mixto. Impulsa una agenda conservadora de ley y orden, pero quiere restablecer las relaciones consulares y comerciales con el régimen socialista de Nicolás Maduro en Venezuela. Votó en contra del acuerdo de paz de Colombia con la guerrilla marxista en un plebiscito en 2016, pero dice que implementaría ese mismo acuerdo en su totalidad. Hernández también ha propuesto recompensar a los ciudadanos que aporten pruebas de corrupción entre los funcionarios del Estado.

"Si tuvieran que situarlo en un espectro ideológico, la mayoría de las personas dirían que es de centro-derecha o de derecha", dijo Patricia Muñoz, analista política de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. "Pero cuando miras sus propuestas, son eclécticas. Algunos se asemejan a las de Petro, otras a las de Gutiérrez. Lo más preocupante de la mayoría de ellas es que son ambiguas".

También se analizará detenidamente su política económica. Es un empresario que aboga por cierto proteccionismo; quiere rebajar la tasa de IVA de Colombia del 19% al 10%, pero dice que ampliaría el impuesto a más productos.

"Es probable que ni Hernández ni Petro endurezcan la política fiscal para reducir los riesgos de la deuda pública, mientras que ambos abogan por mayores barreras comerciales, lo cual es un mal presagio para las perspectivas de crecimiento de Colombia", escribió Capital Economics, con sede en Londres, en una nota el lunes. "En todo caso, sospechamos que Hernández presenta un mayor riesgo en estos aspectos que Petro".

Quizás el mayor obstáculo al que se enfrenta Hernández es un caso de corrupción, que se juzgará en julio, pocas semanas antes de que tome posesión el próximo presidente de Colombia. A pesar de su retórica anticorrupción, se le acusa de haber adjudicado indebidamente un contrato comercial mientras era alcalde de Bucaramanga. Los fiscales alegan que el hijo de Hernández se benefició económicamente del contrato. Hernández niega haber cometido delito alguno.

Por ahora, sin embargo, es el candidato a vencer en la segunda vuelta y el político a quien muchos en el centro y la derecha quieren cortejar.

"Como siempre, recibo con agradecimiento el apoyo que cualquiera quiera ofrecer", escribió Hernández en Twitter el lunes. "Pero mi única alianza es con el pueblo colombiano".