Lula duro contra Vale: minera debe rendirle cuentas al país; Brasil no le pertenece; y no puede tener el monopolio de los minerales

Es una batalla entre dos colosos. En una esquina está Vale, la segunda minera del mundo y la tercera mayor empresa de Brasil cotizada en bolsa, con un valor de mercado de casi US$ 62 mil millones.
En la otra se ubica Lula, el influyente presidente brasileño que está en su tercer mandato y que cuenta con apoyo mayoritario en el congreso y un respaldo todavía fuerte en las encuestas.
Ambos están en ruta de colisión por un punto que podría ser clave para el futuro de la compañía y la economía brasileña: el nombre de su próximo director ejecutivo.
Lula no apoya la gestión del actual jefe de la minera, Eduardo Bartolomeo, que ocupa el cargo desde 2019, y presionó por la designación del exministro de Finanzas Guido Mantega, uno de sus más estrechos aliados, en su reemplazo.
Pero el nombre de Mantega fue descartado por la compañía, debido a los temores de que su nombramiento aumentaría la interferencia del gobierno en la gestión. Aunque Vale fue privatizada en 1997, durante la segunda administración de Fernando Henrique Cardoso, el gobierno ha mantenido influencia en la empresa a través de participaciones del banco nacional de desarrollo BNDES y los fondos de pensiones estatales.
La decisión sobre la sucesión fue aplazada hasta mayo, pero los analistas afirman que el gobierno ha continuado presionando, esta vez, con un nuevo candidato: Paulo Cafarelli, expresidente del gigante financiero Cielo, el principal operador de tarjetas de crédito y débito del país y la mayor compañía de sistemas de pago de Latinoamérica por ingresos. Cafarelli se desempeñó también como secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda.

Vale pertenece a Brasil

En medio de este escenario, el mandatario brasileño se desahogó durante una entrevista con el programa “Es Noticia” de la cadena local de televisión RedeTV, en la noche del martes, con una serie de duras declaraciones contra la compañía, advirtiendo que deberá rendirle cuentas al país y que no puede tener el monopolio de los minerales.
En este sentido, Lula criticó que la minera se ha beneficiado más de la venta de activos que de la operación de los yacimientos. "La cantidad de minas que están en manos de Vale y que no ha explorado en más de 30 años y que está operando como si fueran suyas y las vende. Vale, últimamente, está vendiendo más activos de lo que produce mineral de hierro. Y está perdiendo el juego contra algunas empresas australianas”, acusó.
El exlíder sindical además salió a defender una "nueva política” para la industria minera, señalando que Vale debe ser "una más" y no la principal empresa en este sector. "Lo que queremos es tener una nueva política minera, que este país dé fuerza a todas las empresas que quieran cuidar los llamados minerales críticos. El hecho concreto es que hay que explorar el potencial de Brasil y Vale no puede tener un monopolio (…) Vale tiene que ser otra empresa. Tiene que saber que Brasil no le pertenece a Vale. Es Vale la que pertenece a Brasil. No es Brasil el que tiene que rendir cuentas a Vale. Vale tiene que rendir cuentas a Brasil”.

Historial ambiental

En uno de los puntos que generó más polémica, Lula aseguró que las empresas brasileñas deben seguir el lineamiento que fija el gobierno en sus políticas de desarrollo. Pero el presidente no aclaró si se refería sólo a las empresas en las que el Estado brasileño tiene una participación o a todas las empresas del país.
En ese sentido, apuntó también a los cuestionamientos por el desempeño medioambiental de la minera. “Vale está teniendo problemas en Pará, en Minas Gerais, no pagó por lo que generó (la tragedia por el colapso del embalse) en Brumadinho. Se promueve como si fuera la empresa más importante de Brasil, pero pregúntenle a la gente de Minas Gerais”.