Brasileña Azul acusa impacto de las lluvias en Rio Grande por US$ 900 millones y reduce proyecciones para 2024

La aerolínea brasileña Azul registró un duro semestre. El impacto de las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul en mayo pasado impactaron con fuerza el desempeño de la compañía local.

Las pérdidas superaron los US$ 900 millones, durante los primeros seis meses del año, mientras que el Ebitda ascendió 12,8% en el periodo frente a 2023 y sus ingresos lo hicieron en 1,2%.

Durante el segundo trimestre del año el impacto fue mayor ya que, según el informe de resultados, las pérdidas se concentraron en este periodo, superando los US$ 704 millones, mientras que el Ebitda cayó 9% frente a igual periodo de 2023 y sus ingresos descendieron 2,3%.

Sobre esto, la línea aérea señaló que fue "principalmente por el impacto de las inundaciones de Rio Grande do Sul en mayo y a la reducción temporal de nuestra capacidad internacional, que cayó un 8% en comparación con el año anterior".

Sin estos impactos, Azul estimó que sus ingresos brutos habrían sido superiores a los del segundo trimestre de 2023.

En conferencia con analistas, John Rodgerson, CEO de la aerolínea, detalló en qué situación se encuentra la zona actualmente, afirmando que el principal aeropuerto de Porto Alegre permanece cerrado, pero reabrirá "parcialmente" el próximo 21 de octubre. "Volveremos a ser la aerolínea más grande con 60 operaciones diarias, casi el 80% de nuestra capacidad antes de las inundaciones", apuntó.

La región brasileña afectada representa más del 10% de la capacidad de la compañía, según detalló el ejecutivo, por lo tanto "estimamos que la reducción de nuestra capacidad en esa región afectó negativamente nuestros resultados del segundo trimestre en al menos US$ 200 millones y tuvo un impacto aún mayor en efectivo al incluir el impacto de la pérdida de reservas futuras".

A esto sumó que la devaluación del real en el segundo trimestre (12%) frente a los primeros meses del año, también impactaron sus resultados, así como también lo hizo el alza de un 2,4% en el precio de los combustibles.

De cara al tercer trimestre, las tendencias de reservas han sido "muy alentadoras", detalló la compañía brasileña. "Con una aceleración de la demanda corporativa que ha llevado a un aumento de las tarifas. Esperamos que esta tendencia se acelere en la segunda mitad del año, nuestro período más fuerte desde el punto de vista estacional".

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Reducción de proyecciones

Ante este escenario, la aerolínea brasileña redujo sus estimaciones para 2024 y aumentó su previsión de apalancamiento por "un lento crecimiento de la capacidad por la debilidad del real". De este modo, su proyección de Ebitda para este año lo redujo en 7,69% (en reales) desde los 6.500 millones de reales a 6 mil millones (unos US$ 1.100 millones), aunque es una cifra 17% superior a lo alcanzado en 2023.

En cuanto al capex, la firma espera utilizar US$ 200 millones en 2024, cifra que estará en su mayoría concentrada en el mantenimiento de las aeronaves.

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Acuerdo con TAP

En 2020, la aerolínea brasileña acordó la venta de una participación en la semiestatal portuguesa TAP. Consultado en conferencia con analistas, Rodgerson detalló que "actualmente nos deben entre 150 y 165 millones de euros. Lo que conocemos hasta hoy es que se ha informado ampliamente que están en un proceso de privatización. Nuestra expectativa es que ese proceso de privatización realmente no pueda avanzar hasta que resolvamos esta cuestión".

De resolverse este conflicto con el gobierno portugués, sería una fuente de liquidez para la aerolínea que no ha enfrentado un buen periodo durante el segundo trimestre del año.

La aerolínea comentó que está en constantes conversaciones con las autoridades para subsanar esta situación.