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La historia de aciertos y errores detrás de la creación de la startup agrícola argentina Kilimo

La agtech fundada en 2014 para optimizar el riego en el agro ya está presente en siete países y tiene equipos instalados en cuatro de ellos. Ahora, mira con interés instalarse en Brasil y eventualmente en Centroamérica para continuar creciendo en la región.

Por Déborah Donoso Moya / Foto: Kilimo I Publicado: Jueves 29 de diciembre de 2022 I 15:51
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La muerte de una startup fue el inicio de otra. Así lo define el CEO y cofundador de la agtech -o startup agrícola- argentina Kilimo que desde 2014, acompaña al productor agrícola a lo largo del ciclo productivo en la gestión del riego.

El ingeniero en computación cordobés, Jairo Trad, comenta a DFSUD.com -en medio de risas- que el camino para llegar a ser una de las empresas emergentes más reconocidas del país no ha sido fácil. 

“Acabábamos de cerrar una startup (Insus) que habíamos iniciado en 2010 y donde hicimos un trabajo excelente cometiendo todos -o casi todos- los errores que se pueden cometer cuando se crea una startup”, detalla el CEO.

“Al final cerramos el proceso, pero vimos que había una oportunidad y muy interesante, en la tecnología para la agricultura”, añade.

Así fue como, junto a otro de los fundadores, decidió seguir en esta industria. La apuesta de Kilimo, basada en Big Data y machine learning, además, lo ligaba a sus raíces, ya que Trad es de una de las ciudades más secas de Córdoba.

En esta segunda oportunidad los ejecutivos empezaron a dialogar con los agricultores y conocer sus dolencias. “Vivimos en realidades muy distintas. Nuestro cliente en promedio tiene 60 años, nunca había comprado tecnología en su vida, no confía en ella y hace 30 años que viene gestionando su campo de la misma forma. Entonces, el desafío es de empatía”.

Desafío y expansión

Enfocados en los agricultores, y considerando que esa actividad representa el 85% del agua que se utiliza a nivel global, los emprendedores decidieron optar por la gestión de riego.

Hoy tienen una plataforma tecnológica que, con datos climáticos y satelitales, entregan recomendaciones para mejorar el rendimiento hasta en un 30% en la industria.

“Hicimos la primera versión del software de equilibrio basada en lo conversado con ellos. Desde ahí nos hemos expandido por toda Latinoamérica. Ya estamos presentes en siete países (Argentina, Chile, Perú, México, Guatemala, Brasil y Uruguay) y tenemos equipo instalado en cuatro de ellos. En total, somos cerca de 70 colaboradores en más de 30 ciudades”. 

Pero, como todo emprendimiento, el camino ha estado lleno de desafíos y por ende nuevamente de aciertos y errores, especialmente cuando se trata de la expansión del negocio por la región. Y es que, como dice el Emprendedor del Año -reconocimiento dado por el Gobierno argentino, “la agricultura es muchas veces una conversación política”. 

“Sí, en este país queremos exportar, eso es lógico. En Argentina queremos exportar, pero grano. Y Argentina tiene un productor de una fisonomía particular. Brasil es distinto. Perú es totalmente distinto”, comenta. 

Aun así, dentro de los planes está la eventual apertura de una oficina en Brasil y están también mirando Centroamérica y el Caribe. 

Inversiones

Recientemente la compañía realizó una ronda de inversión en la cual consiguió apoyo por US$ 2 millones, que estarán destinados a la agricultura como generadora de servicio ecosistémico.

“La agricultura es la mayor fuente de recursos, pero también la solución a los desafíos del cambio climático. Si quiero que la agricultura capture carbono, que hay un montón de gente trabajando en eso, tendríamos una parte de la mitigación solucionada. Y si yo hago que la agricultura sea un 20% o un 30% más eficiente en su uso de agua, solucionaríamos significativamente el uso del recurso en la mayoría de los países”. 

Entonces, dice, el siguiente paso es escalar el modelo.

Desde que la compañía se formó ha recibido inversiones por más de US$ 5 millones. “Tenemos una paleta super amplia de inversionistas: ángeles individuales, productores agrícolas que invirtieron en su momento y aceleradoras de Latinoamérica y el BID”, detalla.

A pesar de esto, la startup argentina no busca convertirse en unicornio. El CEO asegura que no es relevante; su foco está en transformar el valor del agua en la producción de alimentos.

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