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Gisselle Ruiz, la ejecutiva que lidera la expansión de Intel en América Latina más allá de los semiconductores

Nacida en España, criada en Argentina, se hizo emprendedora en México y desde hace 17 años está viviendo en Brasil. Así de movida ha sido la vida de la hoy directora ejecutiva de Intel para toda América Latina y una de las 20 mujeres más poderosas de Brasil en 2021, según Forbes de ese país. 

Por María Gabriela Arteaga / Foto: Intel I Publicado: Viernes 9 de septiembre de 2022 I 17:35
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Nacida en España, criada en Argentina, se hizo emprendedora en México y desde hace 17 años está viviendo en Brasil. Así de movida ha sido la vida de Gisselle Ruiz, hoy directora ejecutiva de Intel para toda América Latina y una de las 20 mujeres más poderosas de Brasil en 2021, según Forbes de ese país. 

Desde pequeña, dice, estuvo interesada la tecnología y esa pasión la llevó a moverse en un mundo de minorías: fue una de las tres mujeres en su curso de Ingeniería Industrial y, por su propia dinámica laboral, ha sido siempre migrante.

“Siempre me imaginé viviendo en diferentes lugares y eso me dio la capacidad de adaptación. Cuando uno vive afuera tiene la parte linda de que te sentís de varios lugares, pero también el contrapunto, por decirlo de alguna manera, es que no sos literalmente de ningún lugar”, relata con un claro acento argentino que no se ha borrado pese a los kilómetros recorridos.

Llegó a Brasil por primera vez en mayo de 2005, luego de hacer su primera pasantía (práctica) en Avon (1996) y de pasar casi cuatro años en Dialogic, una firma que fue posteriormente adquirida por Intel. “En ese momento, nunca pensé que pasaría 25 años en la compañía”, cuenta.

Decidió hacer una pausa de unos dos años para emprender en México con una consultora especializada en temas de comercio exterior –su profesión-, y luego volvió a Sao Paulo a hacer carrera en la gigante tecnológica.

Su liderazgo al frente de Intel Brasil, donde también fue gerenta local desde 2019, ha estado marcado por la aceleración de la transformación digital y el crecimiento local de la operación, que duplicó su tamaño en los últimos dos años, posicionando al gigante amazónico entre los tres principales mercados de la región.

Mirada a la región

Esa regionalización que Ruiz lleva como parte de vida le ha permitido conocer y acercarse mejor a la operación de Intel en América Latina, que no va solo de la mano con la fabricación de semiconductores –tan apetecidos en tiempos de pandemia- sino con los servicios que presta en materia de software y transformación digital.

Por ello fue la encargada de representar a la firma en el evento América Digital que se realizó en la semana en Santiago, en la que abordó las oportunidades en la región para la transformación digital a través de los cuatro “superpoderes de la tecnología”: infraestructura de la nube al edge, conectividad omnipresente, inteligencia artificial y computación ubicua.

A su juicio, América Latina es el territorio con más oportunidades considerando que necesita mantenerse competitivo y resolver una serie de desafíos, en los que la tecnología juega un papel importante y que hace relevante el trabajo en forma de ecosistema entre el sector público, el privado y la academia.

En ese sentido, Intel está trabajando sobre tres pilares: fortalecer la capacidad propia de producción, adaptar el modelo y arquitectura para utilizar fábricas de terceros, y producir en sí mismos para terceros.

“Este no era un mercado en el que estábamos participando y nos abre, no solo una oportunidad de negocio, sino también nos permite dar una respuesta a una necesidad del mercado que sabemos va a ser creciente en los próximos años. Vamos a seguir viendo al menos una década de demanda continua, a largo plazo, en tema de semiconductores e interacción digital”, dice.

Sobre esta base, Ruiz tiene como objetivo aprovechar las ventajas de Latinoamérica –población joven, alto nivel de penetración del Internet, entre otros factores- para lograr además esa cadena de suministros equilibrada y resilente que tanto se necesita. “También buscamos acelerar nuestra propia transformación del negocio, para estar menos centralizada en lo tradicional y afrontar la adopción del 5G, la nube e inteligencia artificial”, entre otros requerimientos señala.

 

Liderazgo femenino

“Fui creciendo en Intel sin darme cuenta, sinceramente, que era una de las pocas mujeres muchas veces en la sala. Nunca lo vi como algo que me reducía o me limitaba, sino como algo normal. Pero, con el tiempo, empecé a notar la relevancia que hay detrás de ser diferentes”, señala.

Y sincera que, si bien no sintió en ser mujer una desventaja, sí le ha permitido determinar que “hay mucho trabajo que hacer como sociedad y como empresa”. “No solo en inclusión de mujeres; tener más diversidad es importante para cualquier empresa con una estrategia de negocio”, dice.

A su juicio, ello permite ser más representativos en los mercados donde operan y retener más talento que, es hoy, uno de los desafíos más importantes en la industria tecnológica.

“Sabemos que existe una brecha, un gap importante, en lo que tenemos hoy como talento humano y lo que va a haber en unos años más. Necesitamos, por ejemplo, traer más mujeres a carreras STEM. Y no se trata solo de incorporarlas sino de dar oportunidad de crecimiento”, opina.

Mientras tanto, en lo personal, la ejecutiva -madre de Clara y Tomás, y esposa de Gustavo, empresario brasileño", está retomando sus planes de volver a correr maratones. Se inscribirá en el de Nueva York y Londres, y mantiene su interés por seguir "aprendiendo sobre sustentabilidad, educación, innovación y liderazgo".

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