Cementeras peruanas acusan impacto en varios frentes, pero advierten mejora por obras de prevención ante llegada de El Niño

Las cementeras peruanas Unacem, Pacasmayo y Cementos Yura lideran la industria en el país andino. La primera provee la región central, la segunda se enfoca en el norte y la última domina la región del sur. 

La producción de cemento ha atravesado en los últimos años presiones desde distintos frentes: protestas sociales, bloqueos de vías, fuertes temporales climáticos, alzas de costos, caída de la demanda y muchos más.

En ese contexto el propio sector de la construcción se contrajo un 10,1% en el segundo trimestre y ha llevado a que la industria empiece a prepararse ante la llegada de El Niño. 

Si bien las compañías advierten que pudiera haber un mayor impacto por las lluvias, las obras de prevención que está impulsando el gobierno de Dina Boluarte podrían dar un impulso en el tercer trimestre, especialmente con la creación de la Autoridad Nacional de Infraestructura.

Cabe recordar que, en conjunto, las tres firmas abarcan más del 88% del mercado cementero en Perú, según cifras de 2022 del Indecopi. De este modo, Unacem abarca la mayor participación en la industria con un 44%, mientras que el segundo puesto lo ocupa la gigante Pacasmayo (con el 25,6%) y en el tercer puesto se ubica Cementos Yura (19,1%).

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Varios factores

De acuerdo con el estado de resultados de Pacasmayo, entre abril y junio los ingresos disminuyeron más de 12%, “principalmente por la contracción de la demanda, particularmente en abril, luego de fuertes lluvias” causadas por el ciclón Yaku en la zona de influencia de la compañía. 

Según indicó la empresa, el embate afectó el segmento de autoconstrucción y llevó al estancamiento de la inversión pública, en tiempos en que las autoridades regionales aún se están asentando. 

En las cifras acumuladas, la caída de las ventas estuvo por encima del 10%. 

Junto con esto, el semestre vivió otro momento complejo relacionado con el bloqueo de carreteras, consecuencia de los conflictos sociales.

Sin embargo, la cementera del norte peruano advirtió que este panorama podría cambiar, ya que con la creación de la Agencia Nacional de Infraestructura se da “una gran paso que nos llevará a la dirección correcta en términos de inversión en obra”, según apuntó el CEO, Humberto Nadal, en conferencia con analistas.

“Estamos viendo que en las últimas semanas las autoridades se encuentran preparándose para El Niño, por lo que estamos seguros de que el segundo semestre lograremos mejores números en términos de volúmenes. Incluso ya experimentamos una mejora constante en las últimas tres o cuatro semanas (julio) en las ventas diarias”, reveló el ejecutivo.

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Visión de la mayor cementera

Por su parte, el holding peruano Unacem -que además tiene operaciones en Chile, Colombia, Ecuador y Estados Unidos- detalló en su informe trimestral que los volúmenes de despacho durante el trimestre estuvieron más de 13% por debajo en comparación con igual periodo de 2022.

A diferencia de lo que fue el primer trimestre (donde tuvo un crecimiento de 2,6%) y de la proyección de un mejor segundo periodo, los efectos del ciclón Yaku, la falta de inversión estatal y la crisis socioeconómica golpearon el desempeño.

En donde sí hubo mejoría fue en la división de concretos (Concremax), que vio un crecimiento de 1,3% en los despachos ante “una mayor demanda por los grandes proyectos de infraestructura contratados en Lima, con un menor precio promedio en el trimestre”, indicó la empresa.  

Cabe destacar que la zona céntrica de Perú es donde Unacem tiene mayor presencia, por ende, el aumento de venta de concreto -no así de cemento- va de la mano con los proyectos que está desarrollando el Estado en esa zona, a diferencia del norte donde no se están ejecutando grandes obras públicas.

De hecho, en Lima y sus alrededores el foco del presupuesto público está en obras como el  Puerto de Chancay, por US$ 3 mil millones; Muelle Sur Bicentenario, por US$ 750 millones; la Línea 2 del Metro de Lima, por más de US$ 5 mil millones; y, la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, por US$ 1.200 millones.

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Visión sobre Yura

Al cierre de esta edición, la cementera peruana Yura aún no había informado sus resultados trimestrales. Sin embargo, la agencia de clasificación Moody’s advirtió los mismos efectos en su operación para el periodo señalado, ya que a fines de mayo comentó que si bien la firma ha tenido resultados consistentes durante 2023, “las protestas sociales observadas entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 han impactado las ventas de la compañía, por el cierre temporal de las carreteras que impidió el despacho de cemento y por la menor demanda de cemento para autoconstrucción”. 

Esto generó que la firma ajustara sus proyecciones para el ejercicio, “lo que podría limitar su desempeño financiero y ajustar sus principales métricas financieras”, detalló la clasificadora.

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