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Élite empresarial colombiana apuesta por exalcalde de Medellín para frenar a la izquierda radical

Federico Gutiérrez enfrenta una ardua lucha para convencer a los votantes de que puede remediar la pobreza y la desigualdad persistentes.

Financial Times, traducido por María Gabriela Arteaga. Foto: Reuters I Publicado: Jueves 5 de mayo de 2022 I 08:30
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Por Gideon Long and Michael Stott

La élite empresarial de Colombia debe hacer más para ayudar a cerrar la enorme brecha de desigualdad del país o arriesgarse a más protestas en las calles, dice Federico Gutiérrez, el principal candidato de centro-derecha en las elecciones presidenciales de este mes.

Aunque se presentan ocho candidatos, las encuestas muestran que la contienda se ha convertido en una batalla entre Gutiérrez, exalcalde de la segunda ciudad más importante de Colombia, Medellín, y Gustavo Petro, senador y exguerrillero radical de izquierda.

En un país sediento de cambios tras cuatro años de deriva bajo el impopular titular de centro-derecha Iván Duque, Gutiérrez espera que su estilo realista pueda convencer a los votantes de que él es la opción correcta para abordar los persistentes niveles de pobreza, desempleo y desigualdad de Colombia.

En una entrevista concedida al Financial Times, Gutiérrez —o "Fico", como pide que lo llamen- dijo que Colombia necesitaba "un nuevo modelo de conciencia social".

"Le diría a los empresarios de este país que se preocupen más por la gente que los rodea", dijo. "En la medida en que puedan pagar mejores salarios, que los paguen (...) porque necesitamos que nuestra gente esté mejor. A las compañías les va mejor si su gente está mejor".

"Yo mismo hablaré con los empresarios, con el sector productivo, para hacerles ver la realidad de lo que está pasando en el país", dijo, hablando un año después de que Colombia se viera convulsionada por protestas contra el gobierno de Duque en las que murieron decenas de personas.

"La única manera de que Colombia sea cada vez más próspera es si entendemos que tenemos que ponernos en la situación de los que menos tienen".

Problemas a atender

A pesar de décadas de sólido crecimiento económico, la desigualdad de ingresos en Colombia es la más alta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la segunda de América Latina, por detrás de Brasil, según el Banco Mundial.

Los sucesivos gobiernos se han comprometido a reducir la brecha entre ricos y pobres, pero han logrado muy pocos avances.

Con Duque, la desigualdad ha aumentado, según el Banco Mundial. Esto se debe en parte a la pandemia. Pero el coeficiente de Gini de Colombia —el parámetro más utilizado para medir la desigualdad de ingresos- ha aumentado cada año desde 2017, mucho antes de que llegara la pandemia.

El banco afirma que el 10% de los colombianos más ricos gana 11 veces más que el 10% más pobre y que "existe claramente un amplio potencial" para un sistema fiscal más redistributivo. La OCDE dice que sólo el 5% de los colombianos paga impuestos sobre la renta y que los ingresos fiscales sólo representan el 20% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra baja incluso para los estándares regionales.

La movilidad intergeneracional es otro problema. La OCDE calcula que un colombiano tardaría 11 generaciones en pasar del 10% más pobre de la sociedad a un punto medio.

Todos estos factores alimentaron el malestar generalizado a finales de 2019 y de nuevo a mediados de 2021, y constituyen la coyuntura de las elecciones del 29 de mayo, posiblemente las más importantes de la historia moderna del país.

Por primera vez, parece que Colombia podría elegir a un líder de la izquierda radical. Petro marcha al frente en todas las encuestas con la promesa de reformar radicalmente el modelo económico del país garantizándoles a todos los desempleados un empleo estatal, redistribuyendo las tierras agrícolas, suprimiendo la atención sanitaria y las pensiones privadas, y poniéndoles fin a las nuevas explotaciones petrolíferas.

Gutiérrez va segundo en las encuestas y la élite empresarial colombiana, así como los votantes más ricos y conservadores, apuestan por él para frenar a Petro. Si ningún candidato obtiene más del 50%, las elecciones irán a una segunda vuelta el 19 de junio. La mayoría de las encuestas sugieren que Petro ganaría esa contienda, pero sería reñida.

Desafíos

El principal reto de Gutiérrez es convencer a los votantes del centro que quieren un cambio de que no representará simplemente una continuación del impopular gobierno de Duque, el cual muchos votantes ven como distante e insuficientemente comprometido con los problemas sociales.

El candidato de centro-derecha, de 47 años, insiste en que tiene ideas propias y ha intentado distanciarse de Duque, apelando a su educación relativamente modesta, sus raíces regionales en Medellín y su falta de afiliación a un partido.

"Ha intentado suavizar su imagen conservadora y reforzar la narrativa de que su objetivo es unificar el país", dijo Erica Fraga, analista senior de la Economist Intelligence Unit.

A diferencia de Duque, Gutiérrez dice que votó a favor de un acuerdo de paz con la guerrilla marxista de las FARC en 2016. Dice que aplicará los acuerdos de paz en su totalidad, "sin eufemismos".

Describiéndose como el candidato del sentido común, admitió que el país necesita un cambio, pero dijo que "los cambios en Colombia no pueden significar un salto al vacío sin paracaídas".

Ha prometido aumentar el crecimiento económico desde su promedio del siglo XXI del 3,6% al 5%, impulsar la inversión del 20%o del PIB al 30% y reducir el desempleo del 12,6% al 9%.

Los críticos dicen que Gutiérrez representa "más de lo mismo" y que significaría cuatro años desperdiciados en los que Colombia no abordaría sus problemas sociales.

Incluso a algunos de los que lo respetan les preocupa que carece de experiencia en el gobierno nacional y que pueda ser manipulado por políticos experimentados y oportunistas una vez en el poder.

"El problema no es Fico, son los políticos que tiene a su alrededor, que han saqueado al Estado durante años", dijo Maurice Armitage, que fue alcalde de Cali cuando Gutiérrez estaba al frente de Medellín y que lo considera un amigo.

En cuanto a la política exterior, Gutiérrez dijo que Colombia debe mantener su "gran relación con EEUU" mientras lidia con la producción récord de cocaína y lidia con la crisis en la vecina Venezuela.

A diferencia de Petro, dijo que Colombia debería retomar la polémica práctica de las fumigaciones aéreas para erradicar los cultivos de coca, pero añadió que ésta no puede ser la única solución. Acusó a Petro de imitar las políticas socialistas que han traído la penuria a Venezuela.

"Petro fue un gran admirador del modelo venezolano y ahora está intentando distanciarse de eso, porque ha visto el desastre social que provoca", dijo.

Al preguntársele qué significaría una victoria de Petro para Colombia, Gutiérrez fue contundente: "Caos. Miseria".

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