Suspensión de X en Brasil desencadena críticas contra la Corte Suprema
La medida de multar con unos US$ 8.000 al día a quienes utilicen la plataforma a través de VPN genera preocupaciones legales. Los jueces del Supremo Tribunal Federal votarán este lunes el futuro de la red social.
Por Bryan Harris
São Paulo
La Corte Suprema de Brasil enfrenta una violenta crítica por su decisión de prohibir el uso de la red social X, de Elon Musk, y multar a los usuarios que accedan a la plataforma usando redes privadas virtuales (VPN), en medio de crecientes preocupaciones de que el máximo tribunal ha ido demasiado lejos en su lucha contra las noticias falsas y la desinformación online.
El sábado, los reguladores bloquearon el acceso a X en el país más grande de América Latina, tras una orden del juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien también dictaminó que los usuarios que accedieran al sitio usando VPN enfrentarían multas diarias de alrededor de US$ 8.000.
Las órdenes se dieron después de que X se negara a cumplir con una fecha límite para designar un representante legal en el país, un requisito del código civil local. La empresa había cerrado a principios del mes pasado su oficina en uno de sus mayores mercados, en medio de una creciente disputa entre Musk y De Moraes.
Musk ha criticado públicamente y en repetidas ocasiones al juez por lo que considera solicitudes de censura para eliminar o suspender cuentas que parecen estar vinculadas a individuos y grupos de extrema derecha. De Moraes, por su parte, ha presentado sus decisiones como un esfuerzo por proteger la democracia brasileña.
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Las multas y las críticas
Sin embargo, su decisión de prohibir la plataforma ha dividido la opinión: algunos la consideran autocrática y un ataque a la libertad de expresión, pero otros la consideran una importante declaración de soberanía nacional.
“Estoy en contra de lo que pasó. Creo que es muy malo para Brasil que se mezcle el poder judicial, de manera tan imperativa, con el funcionamiento cotidiano de las empresas”, dijo Luciano Huck, una destacada personalidad de la televisión y comentarista público.
Más polémica aún ha sido la decisión de De Moraes de multar a los usuarios que acceden a X utilizando métodos como VPN.
Los políticos de derecha y algunos expertos han criticado la orden por ser legalmente dudosa y excesivamente punitiva, debido a que la gran mayoría de los 20 millones de usuarios de X en Brasil utilizan la plataforma de manera no contenciosa.
“La aplicación de una multa diaria a personas físicas y jurídicas de forma amplia y generalizada representa una grave afrenta a los derechos fundamentales consagrados en la Constitución”, afirmó una nota del Orden de Abogados de Brasil al Supremo Tribunal Federal, publicada el sábado pidiendo que se revise la decisión.
“La imposición de multas constituye una sanción y, por tanto, debe estar siempre respaldada por un proceso legal que garantice al individuo el derecho a una plena defensa”, indicó el organismo.
Poco después de que se implementara la prohibición el viernes, Marcel van Hattem, un legislador federal del partido de derecha Novo, calificó en X -a través de una VPN- a De Moraes de “tirano” y dijo que su decisión era “ilegal”.
“Mi dignidad vale mucho más que (la multa). Seguiré tuiteando a pesar de la persecución o las amenazas del Estado porque creo en la libertad de expresión, la democracia y la justicia real”, dijo.
Luca Belli, profesor de la facultad de Derecho de la Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro, dijo que la aplicación de multas “suena desproporcionada, pero hay una lógica detrás”.
“El problema es que (De Moraes) teme que si cualquiera pudiera usar una VPN, habría miles de fanáticos de Elon Musk usándolas para alardear de que la prohibición de X es inútil”, dijo Belli al FT.
Y agregó que el juez se había retractado de una orden anterior de prohibir por completo la descarga de VPN de las tiendas de Google y Apple.
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Mirada de inversionistas
También ha suscitado preocupación la decisión de Moraes de congelar las cuentas de Starlink, la red de satélites de Musk. El Tribunal Supremo se negó a hacer comentarios sobre la orden, pero la prensa local ha informado de que se hizo en un intento de cobrar las multas impuestas a X.
Arthur Lira, el poderoso presidente de la cámara baja del Congreso, dijo en un evento el sábado que la medida “nos causa aprensión”.
“No es sólo mi preocupación, sino la de los inversionistas y de mucha gente que hace negocios en Brasil. Es una preocupación por la incertidumbre jurídica”, afirmó.
Bill Ackman, un destacado administrador de fondos de cobertura estadounidense, escribió: “El cierre ilegal de X por parte de Brasil y el congelamiento de cuentas en Starlink pusieron a Brasil en un camino rápido a convertirse en un mercado en el que no se puede invertir”.
Según una encuesta realizada en mayo por Genial/Quaest, el 56% de los brasileños considera que De Moraes “se está excediendo”. Un 27% no está de acuerdo con esa afirmación.
Si bien ofrece apoyo retórico a De Moraes, el tribunal supremo en su conjunto parece estar consciente de la controversia que rodea al juez y sus recientes decisiones.
En una entrevista con los medios locales el domingo, el titular del ente, Luís Roberto Barroso, dijo que creía que la investigación de cinco años sobre la difusión de noticias falsas en redes sociales pronto llegaría a su fin.
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