Gobierno de Milei busca reformar sistema previsional argentino y aliviar la carga fiscal: aumentaría la edad de jubilación
“Argentina gasta alrededor del 11% de su PIB en financiar jubilaciones y pensiones, una cifra alta en comparación con otros países”, señaló Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec.
El actual sistema previsional argentino -basado en un mecanismo solidario y de reparto desde 2008- ha sido un dolor de cabeza para la política de austeridad que quiere impulsar el Gobierno del Presidente Javier Milei, por lo mismo, ha sido uno de los principales recortes fiscales de su gestión.
Para aliviar la carga fiscal, está dentro de los planes del oficialismo reformar el sistema, permitiendo la opción de afiliarse a un sistema de capitalización individual en Argentina y subir la edad de jubilación, que actualmente es de 65 años en hombres y 60 años en mujeres.
De acuerdo al canal de televisión Todo Noticias (TN), esta reforma previsional sería uno de los principales puntos que abordaría el Consejo de Mayo, un organismo creado en julio para llevar a cabo los principios acordados en el Pacto de Mayo.
Este consejo está encabezado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y estará conformado por diputados y senadores, además de representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y del Grupo de los Seis (compuesto por empresarios).
¿Qué dice el Pacto de Mayo sobre las jubilaciones? En este acuerdo de 10 puntos que invitan a “reformar Argentina”, quedó escrito llevar a cabo “una reforma previsional que le dé sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron”.
Complicaciones del reparto
Precisamente la sostenibilidad del sistema previsional es un aspecto que con el mecanismo actual se ve difícil de lograr: esto considerando la tendencia mundial al envejecimiento de la población; lo que en un futuro podría significar el aumento de la cantidad de jubilados y, por otro lado, la disminución de la población trabajadora.
“Los cambios demográficos, como la baja tasa de natalidad y el aumento de la esperanza de vida, también representan un desafío significativo, incrementando la proporción de personas mayores en la población y, por ende, la presión que el sistema previsional va a tener en los próximos años”, señaló Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec.
Karol Fernández, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) mencionó que el desbalance demográfico complica la sostenibilidad del sistema. “Según los datos actuales, hay aproximadamente 10,3 millones de aportantes y 5,5 millones de jubilados, lo que implica una relación de 1,86 trabajadores por cada jubilado. Esto es inferior a la relación histórica recomendada de 3 a 1, lo que genera presión sobre el sistema”, comentó.
Otro punto es el financiamiento del sistema, según Fernández, ya que los aportes laborales cubren solo 55% de los gastos previsionales. “Esto indica que el sistema depende en gran medida de subsidios del Estado, lo que podría ser insostenible a largo plazo”, comentó.
“Argentina gasta alrededor del 11% de su PIB en financiar jubilaciones y pensiones, una cifra alta en comparación con otros países, especialmente considerando que la población argentina es relativamente joven”, señaló el director de Cippec.
Asimismo, la inflación y la pérdida de poder adquisitivo es uno de los factores que afectan la pensión mínima entregada por el Estado, la que no supera la línea de la pobreza argentina. “Esto plantea serias dudas sobre la capacidad del sistema de reparto para proporcionar pensiones adecuadas en el futuro”, comentó Karol Fernández.
Edad de jubilación
Una de las ideas que barajan desde el Ejecutivo es subir la edad de jubilación de los argentinos. Actualmente, los trabajadores se pueden pensionar a partir de los 65 años en el caso de los hombres y 60 años en las mujeres.
“Afecta bastante a las cuentas que las mujeres se jubilen a los 60. Es una cuenta que quedó vieja porque hoy la gente vive hasta los 90 años y representa un gasto mayor que hace 30 años. Nuestro ideal es unificar la edad jubilatoria de las mujeres y de los hombres a los 75 años”, señaló al medio TN un funcionario cercano al presidente.
Desde la FIAP señalaron que aumentar la edad de jubilación podría ser una medida efectiva para mejorar la sostenibilidad del sistema y proporcionar mejores pensiones, pero este sería “un alivio transitorio, que debe ir acompañado de políticas que aseguren la protección y el bienestar de los trabajadores mayores”.
Las ventajas de subir la edad de jubilación serían poder aumentar la base de contribuyentes, lo que generaría más aportes y menos carga fiscal sobre el sistema de pensiones.
Por otro lado, al subir la edad se generaría una mejora en las pensiones. “Si se implementan políticas que permitan a los trabajadores seguir cotizando por más tiempo, esto podría llevar a pensiones más adecuadas”, comentó Karol Fernández.
Sin embargo, esta medida también significa tener que trabajar más años y que el tiempo de jubilación se acorte. Los beneficios se pagarían durante un período más corto, pero esto “podría aliviar la presión financiera sobre el sistema”, señaló la vicepresidenta de FIAP.
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