Javier Milei asegura que adelantará “una iniciativa fiscal privada como la chilena” si gana la presidencia de Argentina

Desde antes de las 8.30 am de este viernes, decenas de personas esperaban impacientes para ingresar al Teatro Municipal de Las Condes -al oriente de la capital chilena-, el lugar que poco después albergaría la charla "El Renacimiento Liberal” del precandidato presidencial argentino, el derechista Javier Milei, organizada por la Fundación Para el Progreso.

Con vitores, gritos de apoyo de venezolanos presentes con sus banderas y música de rock de fondo, se dio la bienvenida al polémico aspirante, quien partió hablando del liberalismo y recordando sus inicios en televisión, cuando “ser liberal era un insulto".

"No defiendo al capitalismo de libre empresa por una cuestión utilitarista, lo defiendo porque es correcto. Cuando uno hace el repaso cuantitativo, esos países que son más libres son más ricos que los reprimidos", indicó.

Continuó hablando de pobreza y del sistema que, según dijo, los socialistas consideran injusto, y enlazó presentando su visión sobre Argentina, como ejemplo de lo que no se debe hacer en política.

A su juicio, la idea que "destrozó" a su país -ceder libertad con tal de disminuir la desigualdad-, también fue tomada por otros mandatarios socialistas de la región, que terminaron convirtiéndose en una “plaga”.

"La caída del muro (de Berlín) hizo tan evidente la superioridad cuantitativa que a nadie se le ocurrió cuestionar el sistema. Mientras, ellos (los presidentes de izquierda de América Latina) se agruparon en el foro de São Paulo y se plantearon ser la Unión Soviética latinoamericana, y vaya que fueron exitosos por los cuatro periodos kirchneristas en Argentina. Acá han tenido a Lagos, Bachelet y ahora a éste (Boric). Han tenido a Tabaré Vásquez, Pepe Mujica, Fernando Lugo, Evo Morales, Chávez y Maduro, Noriega, Lula, Dilma Rousseff, Pedro Castillo, Rafael Correa, Gustavo Petro…son una plaga", indicó.

"No es solo importante la superioridad en términos cuantitativos, sino el tema moral y demostrar que el sistema socialista es injusto y el único justo es el sistema de libre empresa", aseveró.

Milei es presidente del Partido Libertario en la nación austral y uno de los referentes para el sector de derecha que representa en Chile José Antonio Kast; la organización política Vox en España; al exmandatario brasileño Jair Bolsonaro en Brasil y a Giorgia Meloni en Italia.

Plan presidencial

Una vez abordó el tema de un eventual triunfo presidencial en la conversación moderada por Axel Kaiser, Milei aclaró que su plan es implementar una iniciativa fiscal privada como la chilena. "Estamos pensando en un programa que podría demandar entre 40 y 50 años. Tenemos una perspectiva de largo plazo para poner de nuevo de pie a Argentina, que entre en un sendero de crecimiento y volver al lugar donde estaba a fines del siglo XIX, que era el país más rico del mundo", dijo.

En esta primera generación de reformas que propone, que incluye una drástica caída del gasto público, dijo que quieren “eliminar la obra pública llevando un sistema de iniciativas privadas a la chilena; queremos terminar con las transferencias discrecionales a las provincias; con los subsidios económicos con una recalibración de tarifas donde se tenga en cuenta toda la ecuación; terminar con los privilegios en materias de jubilación; avanzar en privatizaciones para que no haya más empresas del Estado; avanzar en una agenda desregulatoria en Argentina; y queremos eliminar impuestos porque el país tiene más de 176 impuestos".

El fin de este plan es volver a convertir a Argentina en un país competitivo en el ámbito fiscal y laboral, ante lo cual buscará abrir la economía al comercio internacional y llevar a cabo “una reforma financiera que termine con la estafa que es el Banco Central".

De resultar electo, Milei tiene claro que los argentinos lo juzgarán por sus promesas como la reducción de la inflación y las iniciativas a favor de la seguridad.

Aseguró que todas estas medidas no dejan de estar libres de costos: “Preferimos decir una verdad incómoda… y por el mandato popular, a la oposición les sería muy difícil trabar nuestras reformas, aunque ellos tienen la complicidad de los medios de comunicación", acusando así, en reiteradas ocasiones, a los periodistas.

Criticó con fuerza el manejo de la política tradicional, que se opone por defecto a cualquier propuesta, lo que le complicaría a su eventual administración avanzar con leyes en el Congreso.

“La solución del problema, está en manos del problema”, señaló en referencia al Estado. “Es por eso que se necesita una solución de los outsider. Se necesita una solución sin grises, sin tibios, se necesita una solución que venga a romper el statu quo, que no es lo mismo que romper las instituciones”.

Acusaciones en su contra

Milei apuntó convencido: “Si se dan las condiciones de entrar a segunda vuelta, yo soy el próximo Presidente de Argentina". Sus palabras fueron ovacionadas en el teatro.

Según las últimas encuestas, el derechista se ubica en tercer lugar con un 17,8% de las intenciones de votos, por debajo del 28,3% de Sergio Massa y del 21,1% de Patricia Bullrich.

Eso sí, como si estuviese igual preparándose para no avanzar después de las primarias (PASO) del 23 de agosto, reconoció que "el camino no es nada fácil", ya que en su país existen intereses de castas que le impiden avanzar. 

Hay costos que enfrentar, dijo al referirse a “los políticos ladrones, los periodistas corruptos, los sindicalizados, los econochantas, y en ese sentido, hace cerca de un mes estoy siendo hostigado por todos los medios de comunicación".

Y es que Milei ha enfrentado diversas acusaciones. La más reciente hace referencia a cobros por hasta US$ 50 mil por cupos para postular a cargos bajo el apoyo del partido La Libertad Avanza. 

A ello respondió tajantemente que es “una acusación falsa". "Nadie ha podido probar ningún disparate de esos y son puras habladurías… para mí, robar está mal".

En ese sentido, destacó que todas las candidaturas se tienen que autofinanciar, lo que es "completamente revolucionario, porque no le costamos ni un centavo al pagador de impuestos". 

Por esto y para financiar su campaña, es que antes y después de su presentación, el economista vendió sus libros, los que firmados personalmente en las dependencias del edificio.