Francesa Casino advierte que podría caer en default si no logra acuerdo con acreedores

“Es posible que el Grupo incurra en un incumplimiento en su LCR en la fecha de entrega del certificado pertinente (es decir, a más tardar a fines de agosto), lo que resultaría en un incumplimiento cruzado en relación con una parte de su deuda financiera”.

De esta manera, la francesa Casino -socia mayoritaria del gigante brasileño GPA y, por ende, de la cadena colombiana de supermercados Éxito- informó este lunes en un comunicado que podría caer en default si es que no logra llegar a acuerdo con sus acreedores para reestructurar su abultada deuda (por más de US$ 7 mil millones) antes del 25 de octubre. 

Los conciliadores del grupo solicitaron que la organización suspenda, hasta la fecha antes citada, el pago de intereses y otros cargos por alrededor de 200 millones de euros (US$ 218 millones), lo que incluye el pago de intereses y otros cargos así como cuotas de capital.

También pidieron a los acreedores correspondientes renunciar a su derecho a reclamar cualquier pago anticipado sobre la base de cualquier evento de incumplimiento bajo los convenios financieros al 30 de junio de 2023 y 30 de septiembre 2023, y, de forma más general, a cualquier supuesto de default o cross-default que pueda producirse como consecuencia de la mencionada paralización.

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Pero ello no fue aceptado por todos los tenedores de bonos. Quienes son dueños de las notas senior garantizadas emitidas por Quatrim aceptaron renunciar a a cualquier incumplimiento, evento de incumplimiento o incumplimiento cruzado que surja de la referida suspensión de pagos, pero ese no fue el caso de los titulares de senior de CGP, que tienen vencimiento en 2026 y 2027.

La falta de acuerdo general arrastró el valor de las acciones hasta un 15%, aunque luego se moderó la caída para cerrar con un retroceso de 3,34% en París.

Por tanto, el Grupo solicitará al Presidente del Tribunal de Comercio, en los próximos días, la aplicación de "délais de grâce" o "plazo de gracia", que significa el aplazamiento del plazo de una deuda o el escalonamiento de los plazos que el juez o el acreedor pueden conceder para tener en cuenta la situación del deudor.

Esto implica que “podría activarse una aceleración cruzada en estos bonos en caso de suspensión de pagos de deudas cuyo importe principal pendiente supere los 40 millones de euros”.