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Perú en deuda en cuidados de primera infancia: menos del 10% de los niños y niñas recibe ayuda estatal

El programa Cuna Más es el único medio que tiene el país andino para ayudar a las familias con el cuidado de los menores en situación de pobreza.

Por Bruno Neira / Foto: Save the Children Perú I Publicado: Jueves 28 de diciembre de 2023 I 15:10
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Tras 25 años, Perú volvió a caer este año en recesión económica consecuencia de diferentes crisis políticas y económicas que han marcado al país en los últimos 12 meses.

Las cifras que acompañan a la economía dejan un gran desafío, no solo en el ámbito del crecimiento sino también en materia social: el nivel de pobreza en 2022 cerró en 27,5%; es decir, 9,2 millones de personas. Y, según los pronósticos, esta situación alcanzaría al 33% de la población (de los más de 33 millones de habitantes), incluso por encima de lo alcanzado en el año de la pandemia (30,1%).

A esto se suma que ese año la tasa de vulnerabilidad -aquellos que tienen gran riesgo de caer bajo el umbral de la pobreza- se ubicó en 32,3%, mientras que el nivel de informalidad abarcó a un 72,7% de los habitantes (entre julio 2022 y junio 2023, el último dato disponible) y la desnutrición crónica a un 11,7% en menores de cinco años. 

En este contexto, padres, madres y cuidadores en el país se enfrentan a un desafío aún mayor en cuanto a la atención primaria de los niños, considerando que desde el Estado no hay políticas firmes ni recursos monetarios que permitan apoyarlos. 

Uno de los pocos programas que existen en el territorio es Cuna Más, que se creó hace más de 10 años enfocado en dar cuidados a niños y niñas en situación de pobreza y extrema pobreza que, al menos hasta 2020, afectaba al 39,8% de la población infantil, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

En el país andino no existe un sistema nacional de salas cunas o guarderías, como si es el caso, por ejemplo, de Chile. Las ayudas existentes están en su mayoría orientadas a la realización de servicios que aportan en el cuidado y desarrollo de los infantes, no como un aporte económico estatal. Gonzalo Alcalde, exasesor del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social de Perú (Midis) y profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú, explicó que en el caso específico de Cuna Más se atiende aproximadamente a 170.200 niños, lo que no alcanza a cubrir el 10% de los 3 millones de infantes (entre 0 y cinco años).

Tampoco cubre a los más de 10 millones de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Para acceder a este beneficio, las familias deben estar asignadas en situación de pobreza en la Unidad Local de Empadronamiento. En cifras, según detalló Alcalde, las personas empadronadas son, “básicamente la población que es elegible para los programas sociales del Midis, que yo calculo que no debe ser más de 6 millones o 7 millones de la población total del país, que son personas que pueden recibir beneficios de los programas sociales”.

Sin los aportes en proyectos como estos, el propio INEI ha reconocido que la línea de pobreza estaría por sobre los registros. 

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Informalidad laboral

De los más de 17 millones de peruanos que trabajan, solamente un 26,5% lo hace para una empresa formal recibiendo los beneficios otorgados por ley, como por ejemplo, seguros de salud, compensación por tiempo de servicio, entre otros. 

De igual manera, la mayoría de las compañías dan asignaciones económicas por hijo, que el beneficiario puede destinar a lo que considere pertinente; es decir, que no corresponde directamente al financiamiento de una sala cuna o guardería.

Alonso Cárdenas, analista político peruano y académico de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, afirmó que “la gran masa de sector informal, que es casi el 80% de los trabajadores, no tiene contrato, no tiene un sueldo fijo, trabajan día a día, y ahí es donde se necesitaría un apoyo total del Estado para que estos niños no estén en las calles”.

La situación de informalidad presiona a que quienes no tienen ningún tipo de ayuda se vean forzados a salir con sus hijos mientras realizan trabajos informales. Según explicó Cárdenas, “en el sector informal, solemos ver a la mamá que sale a trabajar con el pequeño, vendiendo chicles en el mercado. Entonces el niño, sobre todo en ámbitos urbanos, está muy expuesto a contaminación, a ruido, a un montón de peligros”.

Coincidió con Alcalde, al asegurar que el Estado peruano “no tiene un sistema nacional de cuidados para apoyar al trabajador o trabajadora del sector informal, para que pueda dejar al menor mientras trabaja. Existe el sistema Cuna Más, pero no es suficiente”. 

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El aporte monetario de las medidas

Una de las pocas iniciativas que existen en materia de ayuda monetaria es el Programa Juntos, que busca que “mujeres gestantes, niñas, niños y adolescentes de los hogares más pobres accedan a la salud preventiva materno-infantil y a los servicios de escolaridad sin deserción”, según se explica en la página web del Gobierno de Perú.

Quienes cumplan con sus corresponsabilidades, que determina la autoridad, obtendrán un incentivo de 100 soles mensuales (aproximadamente US$ 27) con entrega bimestral. 

Otro programa de ayuda económica es Pensión 65, que se encarga de proteger a “las personas adultas mayores de 65 años que carecen de condiciones básicas para su manutención”. Este entrega cada dos meses una subvención de 300 soles.

También existe el Programa Contigo, que se encarga de brindar "una pensión no contributiva de 300 soles a personas con discapacidad severa en situación de pobreza o pobreza extrema, cada dos meses, con la finalidad de contribuir en la mejora de la calidad de vida", según estipula su página web. 

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