Miami se convierte en la nueva ciudad en auge para los abogados corporativos

Por K. Beioley, S. Indap y O. Aliaj 

Londres / Nueva York / Miami

Desde que el bufete de abogados estadounidense Kirkland & Ellis anunció que se instalaría en Miami, el socio de capital privado Jeremy Liss se ha vuelto muy popular entre sus colegas.

El hombre de 49 años está cambiando la ciudad del viento, Chicago, por el calor del sur de Florida para administrar el nuevo puesto de avanzada de Kirkland y desde entonces ha recibido llamadas de abogados deseosos de unirse.

“La demanda inicial ha sido extremadamente fuerte. Probablemente sea una demanda aún más fuerte de lo que habíamos anticipado”, dijo. “(Miami) es el lugar de moda en Estados Unidos (...) Se está convirtiendo en el sur de Wall Street”.

Kirkland es una de varias empresas que se expanden a Miami para capitalizar una migración masiva acelerada por la pandemia de coronavirus. En el año hasta julio de 2021, más estadounidenses se mudaron a Florida que a cualquier otro estado: 220.890 de ellos, según datos del censo. La afluencia incluyó multimillonarios y fondos de cobertura desde sus oficinas de Wall Street que acudieron en masa al sur de la Florida por sus bajos impuestos y el sol durante todo el año.

En junio, el multimillonario administrador de fondos Ken Griffin dijo que mudaría su firma Citadel -de Chicago- a Miami debido al aumento de las tasas de criminalidad, llamando a la ciudad de Florida “una metrópolis en crecimiento que encarna el sueño americano”. Carl Icahn trasladó su oficina de fondos de cobertura de Nueva York a Miami durante la pandemia, y Blackstone anunció que abriría una oficina allí en 2020. Los capitalistas de riesgo David Blumberg y David Sacks se encuentran entre los que han gastado millones en casas frente al mar en Miami Beach.

Los abogados se sumaron rápido. En mayo, Kirkland, el bufete de abogados con mayores ingresos del mundo, anunció que se instalaría en Miami con abogados que se mudarían de Chicago y Nueva York. Winston & Strawn abrió su propia base en mayo, y King & Spalding también se mudará.

“En los últimos 10 años, los bufetes de abogados internacionales han metido el dedo del pie en la piscina del sur de la Florida, pero ahora la gente se está lanzando de cabeza (...) Es un cambio irrevocable”, dijo Joe Ankus, un reclutador de Miami con 30 años de experiencia en el mercado.

Los abogados alguna vez volaron a Miami principalmente para trabajar en acuerdos con un enfoque latinoamericano y se regresaban. Pero la ciudad se ha convertido en un nuevo centro de tecnología y capital privado.

“A la economía le estaba yendo muy bien (antes de la pandemia) y hubo un aumento en el desarrollo de grupos tecnológicos y de capital privado que surgieron en el sur de la Florida. Luego, la pandemia creó este deseo de estar al aire libre y no encerrado en concreto”, dijo Ankus. “Esto llevó a muchos nororientales con vínculos con el mundo de la tecnología y el capital de riesgo a mirar a Miami como un movimiento oportunista”.

Enrique Martin, un abogado de fusiones y adquisiciones y nativo del sur de la Florida contratado este año para dirigir la nueva oficina de Winston & Strawn, dijo: “En el pasado, Miami era vista como una puerta de entrada, un lugar donde te detenías en el camino a un lugar más importante. Ahora es un destino que ha atraído importantes fondos de capital”. 

Bajo impuesto y estilo de vida 

Como resultado, las filas de abogados están aumentando rápidamente en el sur de la Florida, poblando el vecindario Brickell de Miami en el corazón del distrito financiero.

La cantidad de abogados en Miami en las 200 firmas principales superó los 1.800 a principios de 2022, frente a los 1.660 a principios de 2019, según datos de Leopard Solutions. En toda la Florida, las principales firmas agregaron casi 200 socios a sus filas durante ese período de dos años. Los movimientos recientes incluyen al especialista en litigios Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, que contrató al abogado y alcalde de Miami Frances Suárez para lanzar su nueva oficina el año pasado junto con otros nueve abogados. La firma dijo que la oficina de Miami fue su mayor apertura.

Suárez es un fanático de las criptomonedas, ha dicho que recibe su salario de alcalde en bitcoins, y ha prometido una regulación favorable para las empresas de criptomonedas que se mudan a Miami. El año pasado, la ciudad incluso lanzó su propia criptomoneda, MiamiCoin, que desde entonces ha perdido casi el 100% de su valor.

Tom Lauria, abogado de White & Case, vive en Miami desde los '90. Sus tres décadas de experiencia como uno de los principales abogados de quiebras corporativas de EEUU con sede en Miami significa que recibe regularmente llamadas de bufetes de abogados nacionales rivales que quieren que sea mentor de abogados que se establezcan en Florida.

“Me mudé a Miami en 1992 y (...) se convirtió en el lugar perfecto para mí. Por un lado, estoy en la misma zona horaria que Nueva York y son dos horas de vuelo. Pero luego, cuando termino, puedo mirar por el espejo retrovisor y regresar a Miami”. Lauria vive en la exclusiva Fisher Island y cita el estilo de vida y los bajos impuestos como atractivos para él.

Los bufetes de abogados se dividen entre los que envían en paracaídas a abogados de otros estados a las oficinas de Miami cuando se necesitan, y aquellos como Winston & Strawn, que contratan socios establecidos que ya trabajan en la región.

Martin, quien regresó a Miami a principios de la década de 1990 después de la escuela de derecho y la universidad, dijo que Winston & Strawn tiene como objetivo desarrollar su experiencia en litigios comerciales complejos, capital privado y blockchain.

“Miami siempre ha sido conocida por sus playas y su sol”, dijo. “Pero hubo un momento en que realmente se limitaba a eso. La década de 1980 fue una época difícil en términos de percepción pública: la era de Miami Vice, cuando gran parte de los negocios que se realizaban involucraban el tráfico de drogas. Estaba en la escuela secundaria durante esos años, así que estoy entusiasmado con lo que se ha convertido Miami”. 

Demanda de conocimientos inmobiliarios y de Wall Street 

El auge de las fusiones y adquisiciones en EEUU el año pasado y un número cada vez mayor de transacciones inmobiliarias de gran éxito en Florida también han elevado las tarifas de los abogados y han provocado una feroz batalla por el personal.

“Estamos viendo una tendencia hacia tarifas por hora (que) rutinariamente eclipsan US$ 1.000 por hora, que el mercado de Miami no solía tener, y requisitos de negocios en libros (que los abogados tienen) de mucho más de US$ 1 millón”, dijo Ankus.

“Tenemos entre cinco y ocho veces más puestos (vacantes) que candidatos calificados”, agregó. “Los bufetes de abogados y las corporaciones nos llaman 10 veces al mes preguntando si tenemos a alguien. Hemos recurrido a decirles que hoy no tenemos más unicornios morados”. 

Los abogados más solicitados son los que se especializan en bienes raíces, debido al aumento de las grandes transacciones inmobiliarias, y los que tienen experiencia en Wall Street. “Es un muy buen día si recibimos una llamada de (un abogado) en Florida, que creció aquí, se formó en Wall Street y quiere volver a casa”, dijo Ankus.

A medida que las empresas financieras y los abogados han llegado a Miami, también se ha vuelto más difícil encontrar espacio para oficinas. “Las propiedades estaban volando de los estantes, no había nada disponible”, dijo John O'Sullivan de Quinn. “Mirábamos una lista de espacios disponibles y, en cuestión de horas, la mitad de ellos ya no estaban”.

Un abogado dijo que, incluso con el crecimiento reciente de las finanzas y las criptomonedas, Miami no era tan importante como Nueva York, Chicago o Los Ángeles y que a los litigantes les convenía vivir cerca de los principales juzgados.

Pero Kirkland y otras firmas dicen que ya están recibiendo llamadas de socios y asociados deseosos de cambiar el clima de Nueva York o Chicago por el de Miami.

Liss dijo: “Creemos que hay toneladas de abogados talentosos aquí hoy, así como abogados en todo el país que son talentosos y preferirían vivir en el sur de Florida”.

“Para la gente que viene del noreste y de California, Florida todavía parece una ganga”, comentó Ankus. “Los abogados se están dando cuenta de que es un gran clima (...) y están pensando: acabo de vender mi casa en Nueva York por US$ 3,8 millones y puedo comprar una linda casa por US$ 1,6 millones, ¿por qué no lo hice antes?”.