Chilena Vitamina pone el cartel de venta a sus 37 escuelas en Brasil

Con sólo tres años en el país, la red chilena de preescolares Vitamina está vendiendo su operación en Brasil. Hay atrasos en el salario de profesores y empleados, en alquileres y en el pago de compras.
En 18 meses, Vitamina adquirió 37 escuelas en São Paulo y a la fecha acumula deudas de cerca de 50 millones de reales (US$ 10 millones). La cadena chilena pide 100 millones de reales por el negocio, que tiene 1.900 estudiantes en Brasil, según Valor.
El activo ha sido ofrecido a grupos educativos y fideicomisos. En las negociaciones, los vendedores argumentan que, de los 37 bienes adquiridos hay 35 escuelas ya negociadas, con opción de compra, y ocho inmuebles arrendados para expansión orgánica.
Vitamina negó que su operación brasileña esté a la venta e informó que “el interés del grupo en Brasil se mantiene y queremos construir un proyecto de largo plazo en el país”. Sin embargo, Valor tuvo acceso a un documento que se está remitiendo a los posibles interesados.

Ingreso de fondos

Cuando aterrizó en el país, el grupo chileno estaba capitalizado. Había recibido una inversión de
US$ 80 millones de la gestora Lightrock Latam y de Península, de la familia de Abilio Diniz; además había una promesa de adquirir 120 escuelas, en São Paulo, en el plazo de un año.
En general, los preescolares son pequeños. Es un mercado extremadamente fragmentado y el valor de muchos activos no supera los 5 millones de reales.
La meta era que la unidad brasileña superara en tamaño la operación en Chile, donde el grupo tiene 69 unidades y cerca de 8 mil matriculados.
En ese mercado, el público de Vitamina son niños de clase media, con unidades simples y funcionales, sin metodologías modernas de aprendizaje ni bilingües como en Brasil.

Los desacuerdos

Según fuentes del mercado, ya en el segundo año de actividades en Brasil, los gerentes chilenos de Vitamina y Península comenzaron a tener desacuerdos al punto que el fondo de la familia Diniz abandonó el negocio. El pago de su participación, equivalente a cerca del 20% del holding, solo se hará efectivo en cinco años.
Hubo varias diferencias tanto en el aspecto operativo como en la estrategia de expansión. Los chilenos compraron escuelas dirigidas a distintos públicos, desde las más sencillas hasta las bilingües. Varias instituciones redujeron su matrícula mensual en un intento de estandarizar, pero aun así, el grupo ha estado perdiendo alumnos.
Padres de familia entrevistados por Valor se quejan del despido de docentes, la baja en la calidad pedagógica y la falta de mantenimiento en la infraestructura de los recintos.
Otro punto de conflicto es que parte del aporte de los inversionistas a la expansión en Brasil estaba destinado a cubrir pérdidas en Chile durante la pandemia.
La sociedad con Península, que comenzó a enajenar su participación a mediados de 2022 y finalizó su salida en febrero de este año, fue mencionada en las negociaciones para convencer a los dueños de las escuelas a vender. Hay casos de fundadores de colegios que se desprendieron de la operación, pero solo recibieron la mitad del pago.
Hay atrasos en salarios y FGTS (Fondo de Indemnización por Cesantías) de maestros y empleados; los arriendos tienen retrasos de hasta seis meses y los empleados están siendo despedidos sin derechos laborales, según las fuentes.
Contactada por el informe, la empresa dijo que no puede comentar sobre temas relacionados con el monto de la deuda, la contribución y las negociaciones con Península por razones de confidencialidad. Respecto de las denuncias, hasta el cierre de esta edición Vitamina no había respondido.
La firma, incluyendo operaciones en Chile y Brasil, cerró 2022 con ingresos de US$ 31 millones, el mismo nivel de antes de la pandemia. En 2020 y 2021, el período crítico de restricciones sanitarias, los ingresos cayeron a la mitad ya que muchos padres retiraron a sus hijos por la dificultad de aprender en línea.
La red cuenta con 106 escuelas, 69 en Chile y 37 en Brasil, y casi 10.000 alumnos.
Entre las escuelas adquiridas, hay nombres tradicionales como Alfa, Saber, Estímulo, Espaço Crescer, Girassol Recanto, Jacarandá, Nosso Espaço, Playcare, Ponto Ômega y Pueri Regnus, entre otros.